China elimina aplicación católica más usada por fieles

El gobierno de China elimina ‘CathAssist’, la aplicación católica más famosa y más usada por los fieles en todo el país de Asia Oriental que traducía al chino las audiencias generales y los Ángelus del Papa Francisco, y además ofrecía la posibilidad de seguir la transmisión de la Misa, como parte de la persecución contra los cristianos que no cesa. Entre otras funciones, ‘CathAssist’ también traía el Evangelio del día, y ofrecía comentarios a las Escrituras. El hecho fue dado a conocer recientemente, cuando el equipo desarrollador de la aplicación anunció la suspensión.

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Las autoridades comunistas suspendieron el ‘Pequeño Asistente de la Iglesia católica’, tras no renovarle la autorización para que esta pudiera permanecer en línea. La medida es consecuencia del reglamento entrado en vigor el 1 de marzo pasado. Las nuevas regulaciones del gobierno de China, que elimina la aplicación católica más usada por los fieles, prohíben «hacer proselitismo en línea, organizar cursos de educación religiosa a través de Internet y publicar sermones o contenido relacionado con la religión», por lo que ahora cualquier trasmisión de misas en vivo, o diferido, requiere de una autorización específica gubernamental. Además, no se puede vender el evangelio en línea, y palabras como Jesús, Amén o Cristiano no pueden utilizarse en las redes sociales chinas, entre otras WeChat.

Los desarrolladores explicaron que el gobierno chino exigía una reducción tal del contenido, que lo hacía irrelevante, al dar declaraciones sobre la negativa que recibieron para renovar la licencia. De este modo, es probable que las autoridades comunistas les hayan pedido no transmitir la Misa, ni divulgar más discursos papales. Un importante miembro del Politburó del Partido Comunista Chino, Wang Yang, sostuvo a un grupo de católicos que pertenecen a la Asociación Patriótica de China (APCh), que «deben adherirse resueltamente al principio de independencia —del Vaticano—, resistir la infiltración de fuerzas extranjeras y salvaguardar los intereses de soberanía, seguridad y desarrollo de China». Son cada vez más los fieles que no entienden como en esas condiciones se pueda llegar a renovar por segunda vez el acuerdo entre China y el Santa Sede en octubre próximo.

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