El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), Miguel Cabrejos, precisó que «consagrados y religiosos desde su vocación y carisma enriquecen la vida de nuestra Iglesia», al destacar que cuando «transitamos por itinerarios de sinodalidad, la Iglesia latinoamericana y caribeña se ha nutrido de la originalidad de la Vida Consagrada», en su mensaje por el Día de la Vida Consagrada, que se celebró el jueves 2 de febrero.
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Cabrejos indicó que «en nombre de la presidencia del Celam y de los pastores de nuestro continente, un saludo con afecto y gratitud a nuestras hermanas y hermanos consagrados, religiosos y religiosas, que desde su vocación y carisma enriquecen la vida de nuestra Iglesia y aportan significativamente a la misión evangelizadora caminando junto al Pueblo de Dios, con pasión, ternura y decisión, como discípulos misioneros en salida». El prelado planteó una cuestión fundamental.
«¿Qué sería de la Iglesia y de la sociedad sin mujeres y hombres como ustedes, que día a día, desde que sale el sol hasta su ocaso, entregan su vida por la causa del Evangelio, con mística, ascética y profecía, allí donde la vida clama? Su fe profunda, su osadía esperanzada y su compromiso fecundo, son un don para nuestra Iglesia latinoamericana y caribeña. Su entrega incondicional en la oración y en la misión, y su testimonio profético en las periferias geográficas y existenciales, estimula el compromiso de todos los bautizados con los más vulnerables y excluidos de nuestras sociedades», destacó.
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