El cardenal y arzobispo de Río de Janeiro, Orani João Tempesta, consagró a Brasil al Inmaculado Corazón de María, tras presidir una Misa por el nuevo aniversario de las apariciones de la Virgen en Fátima, en la Capilla de las Apariciones de Brasil, la única réplica en el mundo autorizada por el Santuario de Fátima de Portugal, en la zona oeste de Río, transmitida en directo y seguida por miles de fieles, el miércoles 13 de mayo.
El prelado exhortó a que «los devotos de Nuestra Señora de Fátima experimenten la comodidad de la presencia de la Madre de Jesús en sus vidas». «Cristo nos dio a su madre en el altar de la cruz, para que ella esté con aquellos que están en la Iglesia Doméstica y que brindan servicios esenciales en este tiempo de pandemia en que vivimos. María quiere ser una presencia de confianza y esperanza», reflexionó, al recordar que por la pandemia no hubo peregrinaciones a los santuarios dedicados a la Virgen de Fátima. «Dios sabe las razones de este exilio por el que pasamos, recemos para que podamos participar nuevamente en las celebraciones en las iglesias», precisó.
Indicó que frente a los «eventos actuales, estos signos de los tiempos, que nos recuerdan la fragilidad humana, debemos buscar a Jesús aún más». Al finalizar la Misa, el cardenal Tempesta pidió «la protección de María, que ella nos cubra con su manto y le dé sentido a nuestro camino». «Corresponde a nosotros los cristianos anunciar que el hombre necesita de Dios para tener un sentido para su vida y para la vida eterna», ratificó Tempesta, quien pidió a Dios, que «por intercesión de María, que tengamos una vida de oración y conversión, para volver al Señor».
