El cardenal y prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, preside la beatificación de la familia Ulma en Polonia, que salvó a judíos perseguidos por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. La celebración en la que se declaró beatos a José, Wiktoria y sus 7 hijos, se realizó el domingo 10 de septiembre, en el pueblo de Markowa, en el sureste de Polonia, a la que asistieron miles de fieles.
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Suscríbase al boletín de VenLEl purpurado destacó que los Ulma son «los samaritanos de Markowa», la familia capaz de transformar su hogar «en el lugar de lo que el Papa Francisco llama la santidad de la puerta de al lado». Indicó que al recibir a 8 judíos perseguidos por el régimen nazi, «la casa de los Ulma se convirtió en esa posada donde se alojaba y cuidaba al hombre despreciado, marginado y condenado a muerte». Jozef y Wiktoria, de carácter diferente pero con un horizonte común, formaron sus corazones y los de sus hijos al meditar, rezar y recibir de forma diaria la Palabra de Dios.
«Vivieron una santidad no sólo conyugal, sino plenamente familiar, iluminada y sostenida por la gracia santificante del Bautismo, la Eucaristía y los demás sacramentos. Sólo así podía surgir la belleza y la grandeza del sacramento del matrimonio», aseguró. Semeraro consideró que hay una sentida gratitud hacia tantos otros polacos que dieron refugio a judíos durante la Segunda Guerra Mundial, al pagar con su vida esta elección consciente. «Hay un fuerte deseo de que en todos nosotros, el testimonio martirial de la familia Ulma suscite el deseo sincero de profesar y vivir la fe con valentía», enfatizó.
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