El cardenal y arzobispo de San Pablo, Odilo Pedro Scherer, precisó que «sin la práctica de las obras de misericordia no veremos a Dios», al presidir recientemente una Misa en la que realizó el rito de la imposición de las ceniza, en la catedral da Sé, con la que se inició el tiempo litúrgico de la Cuaresma. Reflexionó que con esta ceremonia litúrgica la Iglesia inicia el camino hacia la celebración de la Pascua de la pasión, muerte y resurrección del Señor, considerada la mayor de todas las celebraciones de la Iglesia, núcleo central de la Fe y la vida de todos los católicos.
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Destacó, al referirse a los preceptos de ayuno, penitencia y abstinencia, que las cenizas impuestas a los fieles son signos externos que ayudan a recordar la fragilidad de la condición humana ante Dios. Afirmó que a través de estos gestos de penitencia iniciamos nuestro camino hacia la conversión cuaresmal. Habló de la necesidad que tenemos de revisar nuestra vida para saber si está orientada según los mandamientos de Dios. «La Iglesia invita a la práctica de las obras de misericordia, que el Evangelio recomienda y dice que sin ellas no veremos a Dios», destacó el cardenal Scherer.
El purpurado animó a «vivir las virtudes en lugar de los vicios, tiempo de reabrir en nosotros el ardor de la Fe, de la adhesión a Dios». Exhortó a los fieles a intensificar la lectura y meditación de la Sagrada Escritura para recibir de la Iglesia las enseñanzas de la fe y la moral. Al término de la celebración eucarística, representantes de las regiones y vicariatos episcopales de la arquidiócesis recibieron ejemplares del texto base de la Campaña de Fraternidad 2023, que este año invita a la reflexión sobre el hambre.
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