El cardenal y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, pidió «que los Santos Mártires Inocentes cuiden a todas las almas inocentes que están en el santuario materno y esperan participar de la fiesta de la vida», en una Misa en la catedral metropolitana, en día de los Santos Inocentes, el lunes 28 de diciembre por la mañana, en el marco de la jornada de oración y ayuno convocada en víspera de la votación en el Senado del proyecto de legalización del aborto, que obtuvo media sanción en Diputados. La iniciativa abortista —enviada y promovida por el presidente Alberto Fernández— comienza a debatirse en el recinto el martes 29 de diciembre a las 16, y se prevé que la votación se realizará en la madrugada del miércoles 30. La Misa en la catedral de Buenos Aires fue concelebrada por el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea; el obispo de Chascomús y secretario general de la CEA, Carlos Malfa; el obispo de San Rafael, Eduardo Taussig; el obispo de Zárate-Campana y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia (Cevilaf), Pedro Laxague; y los obispos auxiliares porteños Joaquín Sucunza, Enrique Eguía Seguí, Alejandro Giorgi, Ernesto Giobando, José María Baliña y Gustavo Carrara.
En el marco de la Jornada de Ayuno y Oración, compartimos la homilía del Cardenal Mario Aurelio Poli durante la celebración de la Misa en conmemoración de los mártires #SantosInocentes con la especial intención por la #Vida naciente
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— Conferencia Episcopal Argentina (@EpiscopadoArg) December 28, 2020
«Ellos están para siempre en el reino de los vivos e interceden por todos los niños y niñas inocentes en peligro, y esta celebración, como todos están advertidos, coincide con las vísperas del día en que el Honorable Senado de la Nación debatirá el proyecto de Ley que pretende legalizar la muerte de los niños y niñas inocentes mientras se están gestando en el vientre materno», denunció el prelado, al aseverar que «mientras los médicos y enfermeras cumplieron su misión con heroico sacrificio por salvar vidas, en estas últimas semanas el panorama se ha ennegrecido». Lamentó que «la opción política pasó a ser una incomprensible urgencia, una febril obsesión por instaurar el aborto en la Argentina, como si tuviera algo que ver con los padecimientos, los temores y las preocupaciones de la mayor parte de los argentinos». «Una mujer vulnerable que está esperando, no necesita un aborto, sino que la ayudemos, que encuentre brazos y manos abiertos y solidarios ¿Quién duda de que entre tantas riquezas naturales que cuenta nuestra Nación, los niños del presente, todos los niños y niñas son nuestra mayor fortuna? Por eso transitamos estas jornadas con fe y confiados en el bien que habita en el pueblo, en esa tierra fértil que son los corazones de los argentinos, capaces de elegir la vida y la fraternidad más allá de todo», aseguró.
Por otro lado, distintos obispos de Argentina participaron de las recientes movilizaciones provida en las distintas ciudades del país. Algunos de ellos fueron el arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez; el arzobispo de Resistencia, Ramón Alfredo Dus; el obispo de la prelatura de Esquel, José Slaby; el arzobispo emérito de La Plata, Héctor Aguer, entre otros. «Una cosa que hay que preguntarse, es si esto no tiene algo de oportunismo a través de este debate que genera división y si está tratando de tapar otras cosas. El compromiso es por la vida», indicó Ñáñez. «Defendemos este derecho fundamental de todos, no sólo porque somos católicos o cristianos, sino porque es el derecho fundamental de toda persona, y entonces en ese aspecto hace falta hacer valer nuestros derechos y nuestra presencia», aseguró Dus. «Este proyecto que quieren que los senadores aprueben para que se transforme en ley, no cabe duda que es un proyecto yo diría hasta diabólico», aseveró Slaby, publicó ‘EQSnotas’. El lunes 28 de diciembre se realizó una Marcha por la Vida en la Ciudad de Buenos Aires, que comenzó en Plaza de Mayo y concluyó frente al Congreso de la Nación. Aguer fue uno de los oradores en el escenario frente al Congreso de la Nación, donde recordó que no se puede hablar del aborto como una conquista de la mujer, dado que la mujer «está hecha para la vida, para ser el santuario de la vida». Reiteró que es mentira que las mujeres pobres quieran abortar, como dicen los partidarios de la iniciativa abortista.
Recientemente, Malfa envió un mensaje a los Monasterios de la Argentina para invitarlos a participar “en comunión eclesial desde sus monasterios por la defensa de la vida no nacida”, con motivo de la jornada de ayuno y oración del 28 de diciembre. «En este particular momento histórico en que se debate en Argentina la posibilidad de poner fin a la vida humana inocente antes de su nacimiento, pensamos en ustedes que buscan incansablemente al Señor y nada anteponen a Él, para compartir la confianza en la fuerza de la oración que puede transformar los corazones y cambiar la realidad», aseguró. Durante la mañana del martes 29 de diciembre, el Papa Francisco reiteró que «toda persona descartada es un hijo de Dios», en un tuit —en el que citó un extracto de su homilía de la Misa de Nochebuena—, publicado horas antes del comienzo de la votación del proyecto de aborto en el Senado. «El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura», ratificó el Pontífice.
El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 29, 2020
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