El cardenal y patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, presidió la Misa solemne por la festividad de Nuestra Señora Reina de Palestina en el santuario de Deir Rafat, el 26 de octubre pasado, a pesar de las difíciles condiciones humanitarias impuestas por la grave guerra en Gaza.
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Suscríbase al boletín de VenL«Llevamos mucho tiempo atravesando momentos difíciles. El año pasado, en particular, ha sido terrible. Desde Gaza hasta Nazaret, desde Cisjordania hasta Jerusalén, sufrimos profundamente a causa de la guerra. La oración es importante… Debemos mantener nuestros corazones libres de la contaminación del odio, la venganza y la violencia, y este es el momento y el lugar para hacerlo», afirmó Pizzaballa.
Abed Al Masseh Younan, de la Oficina de Coordinación del Patriarcado Latino de Jerusalén, explicó que «cada año, el santuario de Deir Rafat adquiere un significado particular y su nombre enriquece con valor nuestra presencia cristiana». «La fiesta de Nuestra Señora de Palestina es un mensaje para el mundo entero de que estamos arraigados en este país, a pesar de las malas condiciones de seguridad, y que estamos aquí para quedarnos», destacó.
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