El cardenal y arzobispo de Esztergom-Budapest, Peter Erdö, reiteró que «lo público y lo privado no son separables en la vida humana, en la vida de las sociedades», al referirse al valor de celebrar la fe cristiana de manera pública y solemne, como en el caso de una fiesta como la de San Esteban en Hungría, en una reciente entrevista a medios vaticanos.
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Indicó que «lo público y lo privado no son separables en la vida humana, en la vida de las sociedades, porque las decisiones, incluso las privadas, pueden repercutir en la sociedad y viceversa». «Y entonces el espacio público, las calles, las plazas, nunca permanecen vacías. Es decir, no es posible que no haya símbolos que expresen alguna visión del mundo. Incluso durante el comunismo, había tantas estatuas, tantas cosas que expresaban la visión comunista del mundo», sostuvo el purpurado.
«¿Y los símbolos cristianos? Las iglesias, por ejemplo, indican que largas generaciones han reconocido que la vida cotidiana no es el horizonte supremo, sino que hay un horizonte superior que da sentido y valor a las pequeñas cosas de nuestra vida», afirmó, al reiterar que «la fe es lo más importante de la vida, entonces servir a la fe de los demás, transmitir la fe, enseñar la fe y, sobre todo, administrarla en la liturgia, son las cosas más grandes de la vida». «Las cosas más importantes que uno puede hacer y las más útiles, también para la salvación de los demás», ratificó.
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