BEATO JUAN DE RUYSBROECK.
Por Juan María Gallardo.
Fiesta: 2 de diciembre.
Hoy traemos a nuestro Santoral a un hombre extraordinario aunque tan sólo le llamemos Beato, es decir, Bienaventurado. A este gran místico y gran escritor, uno de los hombres que más ha influido en los grandes autores espirituales de su tiempo y hasta hoy, se le conoce con el sobrenombre de «el Admirable». Lo fue de veras, y, sobre todo, por la sencillez de su vida a pesar de los grandes acontecimientos que le rodearon. El no daba importancia a todo aquello e igual servía a Dios engolfado en la más alta teología y acciones de la gracia en su alma, que llevando un carretillo de desperdicios o con la azada en la mano.
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Es un autor espiritual, obsesionado a la vez por la caridad. «Si un día estás en éxtasis, escribe, y ves que un hermano necesita un vaso de tila, deja el éxtasis y ve a llevarle el vaso de tila». Hasta de los pajarillos se compadecía cuando les veía ateridos en días de frío. Pasó los años de la adolescencia al lado de un tío suyo que era canónigo en la catedral de Santa Gúdula. Se llamaba su tío Juan Hinckaert. Él influirá mucho también en la educación y futuro de su sobrino.
BEATO JUAN DE RUYSBROECK.