El cardenal y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, presidió la Misa en la que beatifican a los sacerdotes operarios Francisco Cástor Sojo López, Millán Garde Serrano, Manuel Galcerá Videllet y Aquilino Pastor, 4 mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España, el sábado 30 de octubre, en la catedral de Tortosa, en Cataluña. La festividad de los nuevos beatos, que pertenecían a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, se celebrará el 25 de octubre.
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«Los nuevos beatos aceptaron la enseñanza de Jesús con el corazón abierto y la hicieron realidad en sus propias vidas. Eran sacerdotes que aunque procedían de diócesis diferentes estaban unidos en la fraternidad sacramental y también en la de sacerdotes operarios diocesanos y por eso se dedicaron especialmente a la promoción y formación de vocaciones sacerdotales», destacó Semeraro, quien explicó que los 4 presbíteros beatificados «no buscaron el martirio, porque el martirio no se busca sino que se sufre, pero cuando llegó el momento de dar con sangre su testimonio de Cristo no lo rehuyeron y abrazaron su cruz con amor».
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En la ceremonia participaron unos 20 obispos, entre ellos el nuncio en España, Bernardito Auza, como también los prelados de las jurisdicciones eclesiásticas donde los mártires fueron ejecutados y en el lugar en el que se realizaron las investigaciones. Estuvieron presentes también, en la Misa en la que beatifican a los 4 sacerdotes mártires, el cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, y los también purpurados Ricardo Blázquez, Antonio Cañizares y Antonio María Rouco Varela. El Papa Francisco destacó el testimonio de los 4 nuevos beatos «asesinados por odio a la fe» e imploró que puedan ser «un modelo especialmente para los sacerdotes», tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el domingo 31 de octubre.
En catalán.
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