El arzobispo siro católico de Homs, Jacques Mourad, monje secuestrado por Estado Islámico en Siria en 2015, denunció que «quieren acabar con la gran historia de los cristianos de Alepo». Su ciudad recibe a desplazados que huyen de Alepo, la cual volvió a manos de los grupos armados yihadistas ‘rebeldes’.
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«Estamos muy cansados. Estamos realmente agotados, y también estamos acabados, en todos los sentidos… No podemos soportar todo este sufrimiento de la gente que llega aquí destrozada, después de 25 horas de camino. Sedientos, hambrientos, con frío, sin nada», afirmó, tras indicar que «muchos refugiados de Alepo, también cristianos, llegaron los primeros días después del asalto de los grupos armados, pasando por la carretera vieja».
Indicó que no estaban «preparados para todo esto». Realizamos de inmediato una reunión entre los obispos y organizamos dos puntos de acogida… Después de la acción de estos grupos armados los cristianos de Alepo estarán convencidos de que no se pueden quedar en Alepo. Que para ellos terminó. Que ya no tienen ninguna razón para quedarse. Lo que se está haciendo en Alepo es hacer desaparecer la historia rica, grande y única de los cristianos de Alepo», aseveró el prelado.
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