El arzobispo caldeo de Erbil, Bashar Warda, indicó que los yihadistas del Estado Islámico «siguen existiendo en la clandestinidad y aún mantienen la capacidad de causar daño en Irak», al precisar que aumentó la amenaza de los islamistas y otros extremistas en el país de Oriente Próximo, tras el regreso de los talibanes al poder en Afganistán. El prelado aseveró que la toma del poder de los talibanes podría tener implicaciones graves para el país.
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«Afganistán e Irak son lugares muy diferentes. Pero la toma de Afganistán por parte de los talibanes ciertamente alienta a quienes apoyan ese tipo de régimen», aseguró, al alertar que los islamistas del Estado Islámico siguen activos en el país y que «es una preocupación constante» que puedan volver al poder en Irak y Siria. «No se fueron del todo. Siguen existiendo en la clandestinidad y aún mantienen la capacidad de causar daño en Irak. Más importante aún, la mentalidad que creó el Estado Islámico sigue estando ciertamente en la región», sostuvo el arzobispo de Erbil. Ratificó que «es cierto que la mentalidad del Estado Islámico todavía existe entre ciertas partes de la población en Irak y Siria».
Consideró que la posible inseguridad puede tener un impacto negativo en los cristianos y otras minorías religiosas, tras comentar las declaraciones del presidente estadounidense Joe Biden en julio cuando anunció la retirada de la misión de combate de Estados Unidos en Irak a finales de año. «Lo que nuestra historia nos enseñó, especialmente nuestra historia reciente, es que en cualquier momento de inestabilidad y conflicto son las minorías las que sufren primero. Así que, en la medida en que cualquier cambio en la participación de Estados Unidos en Irak conduzca a un aumento de la inestabilidad, nos preocupa que esto conduzca a una mayor persecución de las minorías religiosas», advirtió.
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