El arzobispo de Cracovia, Marek Jedraszewski, sostuvo que «los globalistas aprovechan la pandemia para devaluar lo que el cristianismo ha contribuido durante 2.000 años», durante la homilía de la Misa del 24 de febrero pasado en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Cracovia, Polonia. Precisó a los fieles que asistieron a la celebración eucarística del 24 de febrero pasado que un «gran reinicio» sólo podría tener éxito en Cristo, al referirse al ‘Gran Reinicio’ o ‘Gran Reseteo’, una propuesta del Foro Económico Mundial (FEM) para reconstruir la economía de manera sostenible tras la pandemia de COVID-19. Jędraszewski alertó sobre el ‘Gran Reinicio’ imaginado por los globalistas, al reiterar que no hay renovación sin Cristo.
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«Es en Cristo que debemos lograr ‘un gran reinicio’, una gran renovación y un reordenamiento de nuestras vidas», ratificó, tal como indicó ‘LifeSiteNews’ que cita a la revista católica polaca ‘Niedziela’. Denunció el «reinicio» propuesto en el libro titulado ‘COVID-19: El gran reinicio’, de Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, y el economista Thierry Malleret. Indicó que el libro tiene una visión de una humanidad renovada, pero sin ninguna referencia a Dios. «¿Cómo se puede hablar de un hombre nuevo y un mundo nuevo sin hacer referencia a Dios? El enorme trabajo de varios cientos de páginas solo se refiere una vez a la religión. No menciona la trascendencia, ni a Dios. Finalmente, se habla de una ‘Madre Naturaleza’ indefinida escrita con letras mayúsculas», enfatizó. Citó al historiador Grzegorz Kucharczyk, quien cree que las ideas de los globalistas se oponen al cristianismo. «Los globalistas están tratando de aprovechar la pandemia del coronavirus para devaluar por completo todo lo que el cristianismo ha contribuido durante casi 2.000 años y sigue contribuyendo al bien de la humanidad», indicó el arzobispo de Cracovia.
Sostuvo que «el libro en sí comparte el caos que afecta al mundo occidental contemporáneo». Es una manifestación del secularismo nihilista y una ruta directa hacia la descristianización de la sociedad», lamentó, tras recordar a su predecesor episcopal y su antropología cristiana. «Recordemos también el poderoso mensaje que Juan Pablo II llevó durante casi 27 años y que compartió desde el principio: ‘¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!’. Abrid las puertas a Cristo, las puertas de sus corazones y mentes, pero también a todos los sistemas políticos, sociales y económicos, porque solo Cristo sabe lo que se esconde en el corazón de un ser humano», aseguró. «Y solo Cristo es la clave para comprender quién soy como ser humano. Él revela mi dignidad, la dignidad de un hijo de Dios», reiteró, al exhortar a los católicos a un verdadero «reinicio» en Cristo, deber particular en Cuaresma. «Es en Cristo en quien debemos lograr un ‘gran reinicio’, una gran renovación y un reordenamiento de nuestras vidas», ratificó.