AMARÁS AL SEÑOR, TU DIOS, Y A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.
Por Mario Ortega.
Mt 22,34-40. Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo. Viernes sem. XX T0
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba:
– Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
Él le dijo:
– «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser». Este
mandamiento es el principal y primero.
El segundo es semejante a él: -«Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.
Síganos en el canal de WhatsApp
Colabore con Verdad en Libertad
No se puede mandar algo más grande y mejor
1. Los versículos de hoy contienen el doble mandamiento del amor: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser y amarás al prójimo como a ti mismo. Estos dos mandamientos sostienen toda nuestra vida cristiana: El Credo es un acto de amor, el resto de los mandamientos se contienen en este doble amor, la liturgia es oración de amor, igual que las oraciones individuales…
2. Por eso dijo San Agustín: ama y haz lo que quieres. Amando de verdad, harás lo que de verdad quieres, con toda la libertad necesaria para elegir siempre el bien. La misma Cruz es un recordatorio de este doble mandamiento del amor: el palo vertical, significa el amor a Dios y el palo horizontal, el amor al prójimo. Se unen formando la cruz, por eso, sin la unión entre este doble amor a Dios y al prójimo, no hay vida cristiana auténtica.
3. No olvidemos que nuestro día ha de ser un cumplimiento en todo de este doble mandamiento: No se puede mandar algo más grande y mejor: amar, amar siempre, aunque cueste muchas veces.