Nadine, «católica devota» degollada junto a la pila bautismal, iba a publicar su autobiografía

Nadine Devillers, de 60 años, fue una de las 3 víctimas fatales de Brahim Aoussaoui, tunecino de 21 años, que perpetró un ataque con cuchillo al grito de «Alá es grande», durante el jueves 29 de octubre. "Vivía no lejos de la catedral y era una católica devota. Tomé mi teléfono para llamarla. Vi que tenía una llamada perdida, era el marido de Nadine. Tan pronto como tomó el teléfono, cuando escuché sus sollozos, lo entendí. '¿Es ella ?', pregunté. 'Sí', respondió. 'Es ella'. Es una auténtica pesadilla", lamentó Joëlle Guichard, amiga de Nadine desde hace 30 años.

Nadine católica devota degollada

Nadine Devillers, una «católica devota» degollada junto a la pila bautismal en el atentado en la Basílica de Notre Dame de Niza, iba a publicar su autobiografía. Ella fue una de las 3 víctimas fatales de Brahim Aoussaoui, tunecino de 21 años, que perpetró un ataque con cuchillo al grito de «Alá es grande», durante el jueves 29 de octubre. La mujer de 60 años fue encontrada muerta con el cuello degollado —por un intento del tunecino de decapitarla— dentro de la iglesia a la que fue a rezar durante la mañana del ataque islamista.

Joëlle Guichard, amiga de Nadine desde hace 30 años, precisó que vivía cerca de Notre Dame y que ella visitaba la iglesia con regularidad. «Somos amigas desde hace 30 años. Escuché sobre el horror en Niza. Inmediatamente pensé en Nadine. Vivía no lejos de la catedral y era una católica devota. Tomé mi teléfono para llamarla. Vi que tenía una llamada perdida, era el marido de Nadine. Tan pronto como tomó el teléfono, cuando escuché sus sollozos, lo entendí. ‘¿Es ella ?’, pregunté. ‘Sí’, respondió. ‘Es ella’. Es una auténtica pesadilla», lamentó. Al describir a Nadine, Guichard relató que «de niña tenía tanta falta de amor que dio 10 veces más que la persona promedio». Nadine, que iba a tener una entrevista para un trabajo en una tienda de segunda mano, llevaba dos años desempleada, tras un último trabajo que la había dejado de baja por enfermedad. Su marido Jeoffrey también estaba desempleado. En su vida, Nadine lo hizo de todo, dado que fue vendedora de ‘ropa hecha en serie’, agente inmobiliaria y asistente dental. Ella tuvo una vida de penurias después de una infancia muy difícil en Var, en Draguignan, una ciudad de la que huyó a los 18 años.

«Era una flor de roca. El tipo de flor que miras, diciéndote a ti mismo: no hay tierra fértil, nadie la ha regado, no ha tenido nada y, sin embargo, está ahí», reflexionó su amiga Guichard. Béatrice Saggio y Alain Clément cuentan que su amiga Nadine era una mujer talentosa, amante de los animales «hipersensible» y una chica vertiginosa con una risa muy comunicativa que también hacía teatro. Guichard cree que ese día Nadine fue a rezar para que ella y su esposo encontraran trabajo y publicaran su libro. La víctima de 60 años del atentado de Niza que acababa de terminar su autobiografía y había enviado los primeros capítulos a sus allegados. «Está muy bien escrito, y también es muy difícil», sostuvo Clément. Guichard y Jeoffrey decidieron terminárselo.

Puede interesarle: Obispos de Francia: «Fueron asesinadas porque estaban en la basílica».

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí