LA ORACIÓN TRINITARIA.
Por Roberto Visier.
Dios se ha revelado como Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, por eso nuestra oración tiene que ser Trinitaria para ser verdaderamente cristiana. Dirigida a la Trinidad o a una de las tres personas o conducirnos a la unión con las personas divinas.
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Suscríbase al boletín de VenLEs necesario aclarar que también la oración a la Virgen, a los santos o a los ángeles, es una oración de intercesión: donde ellos piden por nosotros a la Trinidad y que nos conduce a la comunión con Dios. Claramente la Virgen siempre nos conduce a Cristo, es su misión fundamental, pero es llamada también perfecta hija del Padre, verdadera madre de Jesucristo, el Hijo, y esposa perfecta del Espíritu Santo. Los santos ya en la tierra deseaban que todos conocieran y amaran a Dios y en el cielo esa sigue siendo su misión.
En la oración al Padre destaca sobre todo su providencia: Como creador nos ha dado todo lo que somos y tenemos. Confiamos en que nos siga dando todos los bienes materiales y espirituales. La oración al Padre fomenta en nosotros una confianza total en su bondad paternal y en su providencia. En el Sermón de la montaña Jesús nos enseña que tenemos que poner nuestra vida en las manos del Padre que cuida de los pájaros y de las flores: No valéis vosotros más que ellos, … buscad el Reino de Dios y su justicia y lo demás se os dará por añadidura (Mt. 6).
La oración dirigida a Jesús es especialmente importante porque a través de su humanidad el Padre ha querido comunicarse a los hombres. Su rostro humano lo hace cercano, porque conocemos su vida y su enseñanza en medio de nosotros. Cada vez que se proclama el evangelio, Jesús nos está hablando hoy, porque está vivo, resucitado y permanece con nosotros para siempre.
Finalmente es importantísima la invocación del Espíritu Santo cuyos dones recibimos en el bautismo y la confirmación y que dirigen nuestra vida espiritual y toda nuestra vida cristiana con su luz y su fuerza divinas, para saber siempre lo que Dios quiere de nosotros y tener la fuerza para cumplirlo.
LA ORACIÓN TRINITARIA.
