El Nuevo Testamento fue traducido a un nuevo idioma, el franconio, también conocido como «viejo franco», un dialecto hablado en las regiones fronterizas de Bélgica, Francia, Luxemburgo y, de modo particular, en Alemania. El pastor protestante Claus Ebeling fue el encargado de coordinar el trabajo, en el participaron casi 150 voluntarios.
Síganos en el canal de WhatsApp
Colabore con Verdad en Libertad
La tarea de traducción, que tardó unos 4 años, se llevó adelante con 2 estrategias. Primero, los voluntarios podían elegir sus pasajes favoritos para traducir. Algunas secciones se completaron rápidamente, mientras que otras tardaron más. La formación de grupos de traductores fue el segundo método utilizado para facilitar el avance del proyecto y especialmente las correcciones.
Ebeling explicó que los traductores en grupo podían discutir y corregirse entre sí. Además, se crearon reglas de traducción para coordinar mejor el trabajo de los voluntarios. Los textos bíblicos fueron traducidos total o parcialmente a más de 3.500 idiomas. La Biblia completa fue traducida a más de 700 idiomas y el Nuevo Testamento a más de 1.500 idiomas. Alrededor de 1.000 idiomas aún no tienen ninguna parte traducida de Biblia.
Puede interesarle: Incremento de traducciones de la Biblia a lenguas remotas.