EL ESPÍRITU SANTO OS ENSEÑARÁ LO QUE TENÉIS QUE DECIR.

Por Mario Ortega.

Lc 12, 8-12. El Espíritu Santo os enseñará lo que tenéis que decir. Sábado sem 28 TO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios.

Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.

Cuando os conduzcan a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir».

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El Espíritu Santo os enseñará lo que tenéis que decir

Las palabras de Jesús hoy en el Evangelio comienzan por salir en defensa de sus discípulos que con valentía y fidelidad permanecerán hasta el final con Él: Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios.

Es la muestra, una vez más, de que Dios no abandona a sus discípulos. El problema es que el hombre sí que puede abandonar a Dios. Y cuando lo hace de forma contumaz, cae en lo que el Señor mismo denomina como pecado contra el Espíritu Santo. Que no se puede perdonar no porque Dios no quiera perdonar, sino porque el hombre no quiere ser perdonado.

Jesús promete para sus discípulos fieles un abogado defensor cuando se vean acusados por seguir el camino del Evangelio. Un defensor que es Dios mismo, en la Persona ―tercera de la Trinidad― del Espíritu Santo. No os preocupéis ―nos dice― de lo que vais a decir o cómo lo diréis. Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir.

Hemos de confiar completamente en esta defensa que nos llegará en el momento en que la necesitemos, y que hace inútiles nuestras preocupaciones en el momento presente. Dios nos da el pan de cada día. Hoy el de hoy, mañana el de mañana. También el pan de nuestra fuerza interior contra las adversidades y persecuciones que vengan.

EL ESPÍRITU SANTO OS ENSEÑARÁ LO QUE TENÉIS QUE DECIR.

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