BIENAVENTURADO EL VIENTRE QUE TE LLEVÓ.
Por Mario Ortega.
Lc 11, 27-28. Bienaventurado el vientre que te llevó. 12 octubre. Ntra. Sra. del Pilar
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo:
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo:
«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».
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- Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron. Esta alabanza a Jesús, en la persona de su Santísima Madre es también hoy la que nosotros le dirigimos en la fiesta de la Virgen del Pilar: Bienaventurado el pilar, la columna que te sostiene. María es la columna que sostiene a Jesús. Es al revés, porque Jesús es Dios y María es criatura. Y Dios sostiene a toda criatura. Pero es que María, siendo criatura, es también su madre. Cada imagen de María con el niño en brazos es la imagen de una columna, de un pilar de Jesús.
- Columna firme, firmísima, es María. Su fe fue inquebrantable y su fidelidad, total. Por eso, acudimos a ella como Madre fuerte. Si nuestra fe en Cristo, se apoya en María, como el escalador que alcanza la cima sólo con el apoyo seguro de la roca que sostienen sus pies y agarran sus manos, podremos cumplir con nuestra vocación cristiana de ser santos.
- Y serlo con una fe firme, siendo nosotros a su vez pilares para que otros se apoyen en sus dificultades. Siendo pilares que como la Virgen del Pilar, sirven a Dios. Sirven para que Dios se pose y quede bien en alto.
BIENAVENTURADO EL VIENTRE QUE TE LLEVÓ.
