EL TESORO ESCONDIDO Y CUSTODIADO.

Por Mario Ortega.

Mt 13, 44-46. El tesoro escondido y custodiado. Miércoles semana XVII TO

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:

– «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».

El tesoro escondido y custodiado

1. Seguimos con las parábolas del Reino y en los versículos de hoy, Jesús lo compara con el tesoro escondido y la perla de mayor valor. Nos centramos en la primera imagen. Es curioso el descubrimiento del tesoro y lo que hace el que lo encuentra. Lo vuelve a esconder y lleno de alegría, va a vender lo que tiene y compra el campo. Apliquémoslo a nuestra vida: Dios es, en primer lugar, un tesoro interior; de ahí lo de esconderlo, en el sentido de cuidar que nadie ni nada me lo robe. Que esto puede ocurrir cuando no cuido la oración, los sacramentos y el amor al prójimo. Este mantenerme en el amor de Dios, tenerlo bien custodiado dentro de mí para no perderlo, es lo que llena de alegría el corazón cada día.

2. Y con esta alegría, el cristiano se dispone a vender todo, es decir, dejar de poner su corazón en los tesoros que se acaban: bienes materiales, vanagloria de este mundo, placeres pasajeros y egoístas… Sólo con la alegría de haber descubierto el amor de Dios y custordiarlo dentro es como podemos desasirnos de los bienes que nos atrapan, nos dominan y no nos dejan ser libres.

3. Y sólo así, se puede comprar el campo entero, que simboliza un espacio abierto y unos horizontes grandes para amar a Dios y a los demás sin límites.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí