Los expertos en papirología, Lajos Berkes del Instituto de Cristianismo y Antigüedad de la Universidad Humboldt (HU) de Berlín y Gabriel Nocchi Macedo, profesor de la Universidad de Lieja, lograron datar un fragmento de papiro del relato evangélico de la infancia de Jesús entre los siglos IV y V, convirtiéndolo en la copia más antigua jamás encontrada. El documento pasó desapercibido durante décadas a causa de su mala letra.
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El texto contenido en el fragmento narra un episodio de la infancia de Jesucristo contenido en el texto apócrifo del Evangelio de Tomás. Los textos apócrifos no fueron incluidos en la Biblia. Este hallazgo es de una gran relevancia para la investigación, dado que hasta el momento se creía que la versión más antigua del Evangelio de Tomás era un códice del siglo XI. El fragmento del manuscrito mide aproximadamente 11×5 cm y contiene un total de 13 líneas con alrededor de 10 palabras por línea en letras griegas.
Los expertos obtuvieron nuevas evidencias sobre la transmisión de textos bíblicos. «Por un lado, pudimos fecharlo entre los siglos IV y V, lo que lo convierte en la copia más antigua conocida. Por otro lado, nos ofrece nuevos conocimientos sobre la transmisión del texto», sostuvo Berkes. Entre los descubrimientos está la confirmación de que el Evangelio de Tomás fue escrito en griego.
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