MONTENEGRO: LIBERTAD RELIGIOSA.
Por Jennifer Almendras.
Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
El ‘Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2023’ (ILR) indicó que Montenegro «es una república laica». «Hasta hace poco, Montenegro contaba con una ley que, entre otras cosas, exigía a las comunidades religiosas que presentaran pruebas de la propiedad de sus bienes antes de 1918. Sin esta prueba, se consideraba que las propiedades pertenecían al Estado de Montenegro. La Iglesia ortodoxa serbia, que tiene muchos fieles en Montenegro, criticó duramente la ley. En respuesta, en diciembre de 2020, las autoridades montenegrinas modificaron la ley para eliminar el requisito de registro de las propiedades religiosas. Aunque este cambio satisfizo las demandas de la Iglesia ortodoxa serbia, otras comunidades religiosas, entre ellas la islámica, la católica y la judía, denunciaron que se les dio un plazo muy breve para presentar sus sugerencias de enmiendas a la ley antes de que fuera modificada. Además, algunos miembros de la Iglesia ortodoxa montenegrina afirmaron que no se les había pedido su opinión y que el Gobierno montenegrino había favorecido indebidamente a la Iglesia ortodoxa serbia», indicó.
«Montenegro reconoce 21 grupos religiosos, todos ellos inscritos o registrados en el Registro Unificado de Comunidades Religiosas. Actualmente, el Gobierno tiene acuerdos con la Comunidad Islámica de Montenegro, la Comunidad Judía de Montenegro y la Santa Sede; estos acuerdos definen el estatuto jurídico de estas comunidades religiosas y regulan sus relaciones con el Estado. El acuerdo entre Montenegro y la Santa Sede reconoce el derecho canónico católico como marco jurídico de la Iglesia católica y establece los derechos de propiedad de la Iglesia católica en Montenegro; los acuerdos entre Montenegro y las comunidades islámica y judía contienen disposiciones similares. Montenegro no tiene acuerdos de este tipo con ningún otro grupo religioso, ni siquiera con las Iglesias ortodoxa serbia y ortodoxa montenegrina», sostuvo el informe.
Incidentes y acontecimientos
Explicó que «en julio de 2021, el presidente de Montenegro, Milo Djukanovic, afirmó públicamente que la Iglesia ortodoxa serbia ‘fue antes que el ejército’ y que la Iglesia era responsable del genocidio de Srebrenica». «Djukanovic también afirmó que la Iglesia ortodoxa serbia se comporta de forma similar al ‘fascismo clerical’. Enmarcó las acusaciones en un problema geopolítico más amplio con Serbia, alegando que este país intenta interferir en los asuntos internos de Montenegro’. En septiembre de 2021, la policía de la ciudad de Cetiña levantó barricadas y tomó otras precauciones antidisturbios debido a los manifestantes que protestaban por la entronización del obispo metropolitano de Montenegro y el Litoral de la Iglesia ortodoxa serbia. A pesar de estas precauciones, los manifestantes se volvieron violentos, derribaron las barricadas y obligaron a la policía a dejarles atravesar el cerco. La policía respondió disparando botes de gas lacrimógeno y granadas aturdidoras. Estas protestas eran el síntoma de un clima de tensión más amplio entre las Iglesias ortodoxas serbia y montenegrina, esta última sin reconocimiento canónico. Los manifestantes consideraron esta entronización como una injerencia de Serbia en los asuntos internos de Montenegro y su entorno religioso. La Iglesia ortodoxa serbia reaccionó a las protestas de forma contradictoria, afirmando que los manifestantes habían intentado socavar sus libertades religiosas», afirmó.
«En enero de 2022, el patriarca de la Iglesia ortodoxa serbia, Porfirio, comentó la rivalidad existente entre las Iglesias ortodoxas canónicas y no canónicas de Ucrania, estableciendo una analogía con la situación paralela de Montenegro. El patriarca Porfirio declaró que, igual que en Ucrania, la Iglesia ortodoxa serbia había visto a los ‘enemigos de la ortodoxia’ o, en sus palabras, a ‘los enemigos del cristianismo’, que habían dividido a la Iglesia ortodoxa. Atribuyó, por tanto, la división a elementos anticristianos de la sociedad. En agosto de 2022, el primer ministro Dritan Abazovic firmó un acuerdo con la Iglesia ortodoxa serbia para regular las relaciones entre el Estado y la Iglesia, alegando que un acuerdo ‘resolvería un problema interno que venía de lejos y ayudaría a sanar las profundas divisiones entre los partidos favorables a la Unión Europea y los partidarios de estrechar las relaciones con Serbia y Rusia’. El acuerdo, largamente debatido, había sido criticado por los defensores de los derechos humanos y los partidos pro-Unión Europea, ‘que decían que daba a la Iglesia demasiado poder en comparación con otras comunidades religiosas’. La firma con el patriarca de la Iglesia ortodoxa serbia, Porfirio, que se llevó a cabo sin anuncio previo y sin la presencia de los medios de comunicación, provocó un ‘acalorado debate durante una sesión de Gobierno’, en la que 36 diputados de la oposición presentaron una propuesta de moción parlamentaria de censura contra el Gobierno en minoría de Abazovic», enfatizó el ILR.
Futuro de la libertad religiosa
El informe precisó que «aunque la Constitución montenegrina protege el derecho a la libertad religiosa, la interrelación entre las recientes tensiones religiosas y políticas del país pone en tela de juicio la separación entre Iglesia y Estado», tras afirmar que «cualquier nueva escalada de tensiones entre la Iglesia ortodoxa serbia y el Gobierno montenegrino o la Iglesia ortodoxa montenegrina tendrá repercusiones sobre todos los derechos humanos, incluida la libertad religiosa».
MONTENEGRO: LIBERTAD RELIGIOSA.