El Vaticano confirmó varios casos de coronavirus en el Sínodo de los Obispos que se realiza en Roma, tal como indicó el cardenal maltés Mario Grech, tras negar cualquier «alarma», en la apertura de la sesión del lunes 9 de octubre. El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, explicó que Francisco no participó de la sesión, aunque su presencia estaba anunciada, debido a «compromisos imprevistos» y «nada de covid».
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Suscríbase al boletín de VenLGrech, que afirmó que en la sesión del día participaron 346 de los 464 miembros de esta asamblea —es decir, 118 menos—, no especificó el número de enfermos con COVID y se limitó a decir que «algunos de los participantes no están esta mañana en el aula (…) porque han resultado positivos y no estarán en los trabajos de los próximos días por precaución». «Esperamos que se recuperen lo antes posible», aseguró el purpurado.
«Una vez escuchado el parecer médico, podemos confirmar que no hay alarma, pero sí que podemos tomar unas justas precauciones como lavarnos las manos a menudo o que lleven mascarillas los más ancianos o con salud frágil», sostuvo. En las mesas de la asamblea, en el Aula Pablo VI, se distribuyeron botellas de gel desinfectante, aunque esta mañana prácticamente nadie llevaba mascarilla.
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