Cientos de miles de católicos pakistaníes participaron de la 74 peregrinación al santuario mariano de Mariamabad, del 8 al 10 de septiembre pasado, a pesar que continúan las consecuencias de la violencia islamista en Jaranwala. Los peregrinos van cada año de todo el país a visitar la gruta dedicada a Nuestra Señora de Lourdes, en el santuario de Mariamabad, ya sea en tren, camioneta, moto o a pie, para demostrar su devoción a la Madre de Dios.
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Los peregrinos cantaron himnos, rezaron y depositaron ofrendas de flores frente a la gruta, cubierta de vestidos y tejidos coloridos, mientras los niños participaron en la procesión hacia el altar, al llevar las ofrendas. La Misa fue celebrada diariamente durante los 3 días de la peregrinación. «Vengo al Santuario desde hace 8 años. Cuando mi hijo único tenía 5 años, como él no podía hablar, mi madre me sugirió visitar el santuario y pedirle a la Virgen. Lloré delante de María. Volví a mi casa y doy testimonio de que, en el período de una semana, mi hijo comenzó a hablar», indicó Najam Munir, de 46 años.
«Estoy aquí para abrir mi corazón ante la Virgen María, porque es el mejor lugar para hacerlo. María nos enseña a vivir dándonos nosotros mismos con alegría a Jesucristo. Ella es la primera en el camino, la que nos guía a su Hijo y que le pidió el primer milagro: ella lo hizo por causa de su empatía, de su amor y de lo que sentía por los demás. Nosotros somos luz para los demás, entonces difundamos este mensaje de paz, de solidaridad y de amor a través del mundo, como María lo hizo a lo largo de toda su vida», sostuvo el padre Khalid Rashid.
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