El nuevo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, de 55 años, actualmente obispo de Río Gallegos, precisó que «Jesús sigue caminando por nuestras calles en las personas con las que nos cruzamos», en una carta a la comunidad porteña, tras conocerse que el Papa Francisco lo designó al frente de la jurisdicción eclesiástica, el viernes 26 de mayo. El Pontífice aceptó simultáneamente la renuncia que presentó el cardenal Mario Poli, después de haber cumplido 75 años, el 29 de noviembre de 2022.
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Suscríbase al boletín de VenL«Con estas primeras líneas quiero compartir con ustedes algunas reflexiones, y un saludo grande desde el corazón que, emocionado le dice a Jesús, como Pedro en el evangelio de la misa de hoy: Señor, tú lo sabes todo. Sabes que te quiero (Jn 21, 17). Les pido como nuevo pastor de la arquidiócesis que nos miremos, que podamos detener un poco el ritmo vertiginoso propio de la ciudad y reconocernos; descubrirnos en la mirada del hermano, porque Jesús sigue caminando por nuestras calles en las personas con las que nos cruzamos», afirmó, al recordar que es necesario «salir de nosotros mismos, tener un corazón abierto, superando nuestros propios límites».
El #PapaFrancisco ha designado arzobispo de #BuenosAires al actual obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva.#Comunicación #CEA pic.twitter.com/DAWvgE5Khy
— Conferencia Episcopal Argentina (@EpiscopadoArg) May 26, 2023
Exhortó a «animarnos a la diversidad propia de la ciudad, y forjar entre todos la cultura del encuentro de la que tanto nos habla el Papa Francisco». «Nos iremos encontrando en la calle, en el colectivo, en el subte, en las parroquias y colegios, o en una plaza, e iremos compartiendo la fe y la vida. Desde mis propias heridas y fragilidades, quiero entrar en comunión con las heridas del pueblo de la ciudad, con mis hermanos obispos auxiliares, con mis hermanos sacerdotes, con los religiosos y religiosas, con los laicos y laicas, con los ancianos, jóvenes y niños; experimentando todos, la infinita misericordia de Dios que nos ama y nos hace hermanos», enfatizó el prelado, quien adhirió al mensaje de la Iglesia en Buenos Aires «por el fecundo pastoreo» del cardenal Poli, su antecesor, a quien conoce «hace muchos años» y comparten «la pasión por la historia».
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