TEMA 10: EL PECADO Y LA MISERICORDIA DE DIOS.

Por Juan María Gallardo.

El misterio de la misericordia

Junto a los grandes logros de nuestra civilización, el panorama del mundo contemporáneo presenta también sombras y vacilaciones no siempre superficiales. Porque «los desequilibrios que sufre el mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano».

Presentación de Tema 10: El pecado y la misericordia de Dios

La persona humana como criatura experimenta múltiples limitaciones. Cuando se percibe la imposibilidad de dar respuesta al mal, al sufrimiento y a la injusticia, en muchas actitudes no surge la súplica ante el Dios misericordioso, sino una especie de acusación fruto de la indignación. Las experiencias del mal y del sufrimiento se convierten así en una vía justificada para apartarse de Dios, poniendo en entredicho su bondad misericordiosa. Algunos, incluso, llegan a ver el sufrimiento como un castigo divino que cae sobre el pecador, deformando aún más la misericordia de Dios.

Se completa así un círculo vicioso. Con palabras de san Juan Pablo II, «el centro del drama vivido por el hombre contemporáneo es el eclipse del sentido de Dios y del hombre». Parece que Dios no es relevante, y no es relevante porque no puede solucionar nuestros problemas. De una parte, no tenemos claro que necesitamos una salvación, pero desde luego la salvación que ofrece la Iglesia de Jesucristo no parece pertinente.

La consecuencia final de este eclipse de Dios sería el rechazo social de la necesidad de acudir al perdón y a la misericordia de Dios. De esta manera, la pérdida del sentido del pecado ha llevado a la pérdida de la necesidad de salvación, y de ahí al olvido de Dios por indiferencia.

Por eso, cuanto más la conciencia humana, sucumbiendo a la secularización, pierde el sentido de la palabra misericordia, tanto más la Iglesia siente el imperativo derecho y deber de predicar el Dios de la misericordia. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. La misión evangelizadora es el anuncio a viva voz que en Cristo crucificado, muerto y resucitado, se realiza la plena y auténtica liberación del mal, del pecado y de la muerte.

Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. «Es como si Cristo hubiera querido revelar que el límite impuesto al mal, cuyo causante y víctima resulta ser el hombre, es en definitiva la Divina Misericordia».

El triunfo de Cristo es expresión de su misericordia con el hombre, expresión de que «el amor es más fuerte que el pecado», «más fuerte que la muerte y que todo mal». El mundo solo alcanzará la paz sobre la guerra, la violencia, cuando invoque a la misericordia: «Jesús, en Ti confío».

No es fácil responder a la evidencia del mal en el mundo. Quizá porque el mal no es un problema, sino un misterio. Un misterio en el que estamos implicados nosotros personalmente. Un misterio que no se resuelve teóricamente, sino con actitudes vitales o existenciales.

Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia: la relación entre el sufrimiento, la injusticia, el pecado, los hombres y Dios. Porque, como afirma el Papa Francisco, la misericordia es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Y, por tanto, misericordia es la vía que une a Dios y el hombre.

En la vida de la Iglesia, la misericordia es una realidad permanente. Pero hay momentos en los que estamos llamados a fijar la mirada en la misericordia de un modo más intenso.

Fragmento del texto original de Tema 10: El pecado y la misericordia de Dios.

  • (1) Libro electrónico «Síntesis de la fe católica», que aborda algunas de las principales verdades de la fe. Son textos preparados por teólogos y canonistas con un enfoque primordialmente catequético, que remiten a la Sagrada Escritura, el Catecismo de la Iglesia Católica, las enseñanzas de los Padres y el Magisterio.

TEMA 10: EL PECADO Y LA MISERICORDIA DE DIOS.

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