IGLESIA, ¿QUÉ TE ESPERA EN TU FUTURO? (2). Un tiempo urgente de discernimiento
Por Silvio Pereira.
Un tiempo de discernimiento
A corto plazo lo primero que se vislumbra en el futuro eclesial es un tiempo de discernimiento. Y esto se revela urgente. Lo insisto: un tiempo urgente de discernimiento. Quiero creer que ya se debe estar haciendo. Es de sentido común que hay innumerables aspectos por evaluar. Permítanme la analogía: en el barco tras superar la tempestad se hace un inventario de daños y posibilidades de navegación. ¿El radar y las maquinarias funcionan? ¿Los equipos de comunicación? ¿El casco y la estructura están intactas? ¿Hay aún reserva de suministros o se han agotado? ¿Toda la tripulación está ilesa o alguien ha caído por la borda al mar?
Seguramente tras la crisis, que afectará por largo tiempo la ‘normalidad de la vida eclesial’ y que no nos devolverá a lo mismo de antes sino a una ‘nueva normalidad’ a la cual accederemos paulatina y lentamente, se impondrán preguntas. ¿Quiénes quedamos? ¿Quiénes somos ahora? ¿Quiénes ya no están y quiénes han arribado? ¿Los que estamos cómo estamos?
Un tiempo de redescubrimiento comunitario
Será tiempo de un redescubrimiento comunitario. En medio de la tempestad hubo procesos de fe diversos. Algunos saldrán purificados y fortalecidos en su identidad cristiana, otros quizás debilitados o incluso habrán defeccionado, otros habrán descubierto la fe y experimentarán la gracia de la conversión, habrá quienes reelaboren positivamente su relación con la Iglesia y quienes decidan abandonarla decepcionados. Y debemos darnos tiempo para contarnos cómo hemos vivido y transitado la crisis. Será un diálogo demasiado intenso del cual quizás también queramos evadirnos.
Un tiempo para evaluar los desempeños
Tiempo quizás doloroso. Sobre todo cuando el discernimiento toque su parte más honda. ¿Cómo nos hemos desempeñado durante la crisis? Este interrogante es como una interpelación filosa que nos atravesará.
¿Cuál ha sido tu reacción como discípulo? ¿Has permanecido fiel? ¿Se ha paralizado, ha sido puesta en impase la vida teologal o has podido encontrar la forma de seguir activo en la fe, la esperanza y la caridad? ¿Cómo concretamente has seguido viviendo el Evangelio en este tiempo? ¿Cuál ha sido la respuesta de la comunidad cristiana? ¿Ha estado nuestro pastor al frente o se ha ausentado? ¿Las ovejas hemos escuchado la voz del pastor o simplemente nos hemos dispersado cada quien por su propia cuenta? ¿Hemos concretado alguna presencia eclesial en el mundo en estos tiempos de pandemia, hemos visibilizado la presencia soteriológica y caritativa de Jesucristo o nos hemos diluido en la masa de tantos sin ningún aporte relevante?
Claro que este tiempo de discernimiento como espada de doble filo dejará expuesta la verdad de nuestro corazón y de nuestra fe. Este discernimiento de desempeño eclesial inexorablemente nos tocará a todos.
El Padre Silvio Dante Pereira Carro es también autor del blog Manantial de Contemplación. Escritos espirituales y florecillas de oración personal.
