La dictadura de Nicaragua, a través del Ministerio de Gobernación, decidió cancelar la personalidad jurídica de Caritas Nicaragua, la pastoral social de la Iglesia católica, que tenía su estatus legal desde el 30 de noviembre de 1994 y era presidida por Sócrates René Sándigo, obispo de la diócesis de León y Chinandega. El cierre de Caritas Nicaragua representó un nuevo ataque de Daniel Ortega contra la Iglesia, tras la reciente condena del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, a 26 años y 4 meses de prisión por «traición a la patria», tras negarse a ser desterrado.
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La ministra de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, aprobó la cancelación de la personalidad jurídica de Caritas Nicaragua, la cual fue acordada por «disolución voluntaria de miembros», según indicó el acuerdo ministerial publicado en el Diario Oficial, La Gaceta. Indicó que la solicitud fue hecha durante una masiva ilegalización de ONG nicaragüenses y extranjeras por parte del gobierno de Daniel Ortega. Además, el Ministerio de Gobernación aprobó la cancelación, también por disolución voluntaria, de la personalidad jurídica de la Asociación Cáritas Diocesana de Jinotega —Caritas Jinotega—, inscrita desde el 22 de septiembre de 2006.
La cartera gubernamental precisó que Caritas Jinotega, que dirigía el obispo local y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Carlos Enrique Herrera, acordó la cancelación de su personalidad jurídica «por disolución voluntaria y liquidación de dicho organismo por decisión unánime por sus miembros». Caritas Nicaragua había denunciado el bloqueo aduanero que el gobierno de Ortega había impuesto a la pastoral desde 2019, al impedir la recepción de donaciones del exterior. En 2015, Caritas Nicaragua ganó el Premio Internacional de Mujeres Cultivadoras del Desarrollo, por su acción social caritativa y promoción del desarrollo, un galardón dotado de unos 10.600.000 dólares.
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