El cardenal y arzobispo de Addis Abeba, Berhaneyesus Souraphiel, indicó que «la crisis humanitaria es enorme y la gente necesita ayuda urgentemente» en Etiopía, dado que cientos de miles de tigreños se están muriendo de hambre. El gobierno únicamente permitió la entrada de un convoy de ayuda en Tigray, el primero desde mediados de diciembre de 2021, y denegó el permiso hasta que el Frente Popular para la Liberación de Tigray (Tplf) se haya retirado de la región. La zona en disputa, conocida como Tigray Occidental antes de la guerra, es ahora probablemente el mayor obstáculo para poner fin al conflicto, tal como sostuvo ‘Fides’.
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Explicó que «la situación humanitaria en Tigray sigue deteriorándose». «El paso en los corredores humanitarios a través de los cuales las Naciones Unidas, el gobierno u otras agencias intentan introducir alimentos en el país, a menudo están bloqueados y no sabemos por quién», denunció el purpurado. «Como resultado el sufrimiento de la gente está aumentando. Como Conferencia Episcopal de Etiopía lanzamos llamamientos a nuestra red católica en todo el mundo, especialmente a través de Caritas Internationalis», enfatizó Souraphiel.
«Hace apenas 15 días pedimos dinero para ayudar a nuestra gente, no sólo en Tigray, sino también en las regiones vecinas. La sequía se agravó… La crisis humanitaria es enorme y la gente necesita ayuda urgentemente», precisó el cardenal de Etiopía. Indicó que Etiopía no debe ser vista como un país en conflicto o en guerra. «Tenemos muchos retos aquí en Etiopía, pero creo y confío en las oraciones del pueblo que estuvo unido durante siglos, que se casaron y vivieron como etíopes. Nuestra esperanza es que pronto nuestro pueblo vuelva a ser uno», imploró.
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