Francisco exhortó a «que el ayuno corporal en Cuaresma fortalezca nuestro espíritu para la lucha contra el pecado», en su mensaje para el tiempo litúrgico de Cuaresma, que comienza el Miércoles de Ceniza, el 2 de marzo próximo, para el cual se desarrolló una conferencia de presentación recientemente en la Sala de Prensa de la Santa Sede. No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad —kairós—, hagamos el bien a todos (Ga 6,9-10a) fue la cita bíblica sobre la que el Papa reflexionó.
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Suscríbase al boletín de VenLEl Pontífice invitó a meditar asiduamente la Palabra de Dios, para fortalecer la vida cristiana como «colaboradores de Dios» haciendo el bien con la oración, el ayuno y la caridad. «No nos cansemos de extirpar el mal de nuestra vida. Que el ayuno corporal que la Iglesia nos pide en Cuaresma fortalezca nuestro espíritu para la lucha contra el pecado», precisó el Papa Francisco, al animar a que «no nos cansemos de pedir perdón en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, sabiendo que Dios nunca se cansa de perdonar».
«No nos cansemos de luchar contra la concupiscencia, esa fragilidad que nos impulsa hacia el egoísmo y a toda clase de mal, y que a lo largo de los siglos ha encontrado modos distintos para hundir al hombre en el pecado», afirmó, al precisar que «la Cuaresma es un tiempo propicio para contrarrestar estas insidias y cultivar, en cambio, una comunicación humana más integral —cf. ibíd., 43— hecha de ‘encuentros reales’, cara a cara». «La Cuaresma es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado», ratificó el Pontífice.
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