Los miembros de un tribunal del distrito de Rawalpindi, Pakistán, condenan a muerte a Zafar Bhatti, un pastor protestante de 58 años, que está en la cárcel desde 2012, tras ser acusado de supuesta blasfemia. El líder cristiano, condenado en mayo de 2017 a cadena perpetua, fue acusado de enviar mensajes de texto blasfemos en virtud de los artículos 295 —a— y 295 —c— del Código Penal de Pakistán.
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La policía detuvo hace años atrás, luego de la denuncia presentada por un desconocido, al pastor Zafar Bhatti, quien antes de su detención fundó la organización benéfica ‘Jesus World Mission’ para ayudar a los pobres y dirigía una iglesia doméstica. Tras investigar el número de teléfono móvil, el proveedor de servicios reveló que el número de la tarjeta SIM que fue utilizado para enviar mensajes de texto blasfemos no estaba registrado a su nombre, sino que una mujer musulmana llamada Ghazala Khan era la propietaria del número. El tribunal juzgó a la mujer en abril de 2013 y le concedió la libertad bajo fianza.
Bhatti, quien negó desde el primer día los cargos en su contra, es actualmente el preso que más tiempo lleva en prisión por blasfemia y el primero en recibir una sentencia de muerte, la cual fue ratificada por el tribunal el 3 de enero pasado. «Es triste escuchar esta noticia», indicó Ilyas Samuel, un activista cristiano de los derechos humanos. «Lamento que el mal uso de las leyes sobre la blasfemia se haya convertido en algo tan común que se utiliza como herramienta de venganza contra personas inocentes», precisó Samuel, después que los miembros del tribunal pakistaní condenan a inicios de este año a muerte al pastor Bhatti, acusado de blasfemia.
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