Boko Haram asesina a 17 cristianos en un ataque en simultáneo a horas de la Nochebuena en los estados de Borno y Adamawa, en Nigeria, durante la tarde del 24 de diciembre pasado. Los yihadistas irrumpieron los preparativos navideños, al disparar desde camiones y motos, saquearon casas, quemaron 2 iglesias y secuestraron a un sacerdote, según confirmaron varios testigos y fuentes de seguridad a ‘EFE’.
«Nos atacan cuando estamos cocinando, es entonces cuando vienen a matarnos, además de destruir y robar nuestros alimentos navideños. Es frustrante. Continúan matándonos sin un motivo», precisó Abubakar Umar, vecino de Pemi, Borno, tras recordar que el año pasado ocurrió lo mismo. Según fuentes de seguridad bajo anonimato, los islamistas irrumpieron desde el bosque cercano de Sambisa en camiones y motocicletas, comenzaron a disparar de forma indiscriminada y mataron a 11 personas, además de saquear casas, quemar 2 iglesias y secuestrar a un presbítero.
Fuentes locales confirmaron que los yihadistas, casi al mismo tiempo, atacaron la urbe de Garkida, en el estado de Adamawa, al masacrar a al menos 6 personas, entre ellas un policía. Fuentes policiales citadas por el medio local ‘Daily Trust’ aseguraron que el ataque duró varias horas —pese a la presencia fuerzas militares en la zona— y al menos 3 personas fueron secuestradas tras el brutal ataque. El gobernador de Adamawa, Ahmadu Fintiri, calificó el hecho de «ataque cobarde» símbolo de la desesperación de «los terroristas de Boko Haram», que asesina a 17 cristianos, y prometió «graves repercusiones» para los responsables, en un comunicado del viernes 25 de diciembre.
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