El cardenal estadounidense y presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, Sean O’Malley, aseveró que el ‘Informe McCarrick’ «es un relato doloroso y vergonzoso de cómo alguien en la posición de McCarrick ascendió al papel de obispo y cardenal y causando daño a tantos». El ‘Informe sobre el conocimiento institucional y el proceso de toma de decisiones de la Santa Sede en relación con el excardenal Theodore Edgar McCarrick‘ —disponible en inglés e italiano— fue publicado por el Vaticano el martes 10 de noviembre.
El arzobispo de Boston precisó en una declaración en el sitio de su jurisdicción eclesiástica que «McCarrick traicionó su sagrado compromiso de ser un santo sacerdote». «También, como obispo y cardenal, eligió el secreto cuando se requería transparencia y responsabilidad. Su destitución del sacerdocio a principios de 2019 después de ser declarado culpable de abuso sexual de un menor fue una sanción necesaria en ese momento. Sin embargo, la publicación del informe del Vaticano revela la profundidad de la sospecha y el clericalismo que le permitió ascender al nivel de obispo y cardenal frente a esas acusaciones», denunció.
O’Malley, miembro también del Consejo de Cardenales, sostuvo que «las víctimas de McCarrick que se presentaron en esta investigación deben ser reconocidas por su valor». «Les ofrecemos a ellas y a todas las víctimas de abusos del clero nuestro compromiso de asumir la responsabilidad de nuestros fracasos y nuestra continua determinación de responsabilidad, rendición de cuentas y transparencia. Ya no basta con que la Iglesia simplemente pida perdón, prometa transparencia y se disculpe. Todos los supervivientes, que tuvieron el valor de presentarse, obligando a la Iglesia a enfrentarse a los crímenes cometidos por el clero, el personal religioso y de otro tipo, merecen nuestro cuidado, apoyo y honestidad», enfatizó.
«Tenemos la obligación, por todos los medios posibles, de responsabilizar a los responsables de esas reprobables violaciones de la dignidad humana y asegurarnos de que se haga todo lo posible para garantizar la seguridad de nuestro pueblo», ratificó el prelado. Recordó los progresos significativos que hizo la Iglesia en respuesta a la crisis de abusos por parte del clero en las últimas dos décadas. «Mientras el trabajo continúa, debemos estar vigilantes en todo momento y hay mucho más por hacer», afirmó O’Malley.
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