Los patriarcas y líderes de Tierra Santa aseveran que los miembros del grupo radical de colonos judíos ‘Ateret Cohanim’ buscan adueñarse de las propiedades cristianas, en una nota en la que denuncian las acciones ilegítimas, intimidaciones y hechos de violencia. La controversia sobre el hotel Little Petra lleva más de una década y surgió por las ambigüedades del ex patriarca greco-católico Ireneos, quien fue posteriormente destituido.
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Suscríbase al boletín de VenLIndican que la expropiación del hotel Little Petra por parte del «grupo extremista» constituye una «amenaza» para la existencia y el futuro del barrio cristiano de Jerusalén, tras manifestar los temores relacionados con el edificio, propiedad de la Iglesia ortodoxa griega, y su adquisición por parte del movimiento radical judío. Los líderes cristianos condenan en varias ocasiones las «acciones ilegítimas» del grupo que siguen un patrón de «intimidaciones y hechos de violencia». Aseguran que al ocupar el hotel Little Petra —a finales de marzo—, ‘Ateret Cohanim’ «cometió el delito de allanamiento de morada», tras enfatizar que el grupo radical se comporta como si estuviera «por encima de la ley, sin temer las posibles consecuencias».
«Esta controversia no sólo afecta a propiedades individuales, sino también la esencia misma y la naturaleza de Jerusalén, incluido el barrio cristiano, dado que el edificio está situado sobre una ruta —que siguen millones de peregrinos que visitan la ciudad santa—. Representa la herencia cristiana y habla de nuestra existencia en este lugar», ratifican, al sostener que los grupos radicales tratan de imponer en todas partes «su agenda ilegítima y peligrosa». «Rechazamos todo esto, esto traerá más inestabilidad y tensión, en un momento de la historia en el que todo el mundo busca desescalar la situación y reconstruir la confianza para una verdadera paz y justicia», explican los patriarcas y líderes de Tierra Santa.
Unos militantes irrumpieron el 26 de marzo pasado en el hotel, que se encuentra cerca de la Puerta de Jaffa. El lugar funcionó en otro tiempo como albergue de peregrinos y devino el centro de una larga batalla legal. La noche siguiente, agentes de la policía y elementos radicales ocuparon ilegalmente y por la fuerza la primera planta del edificio, pese a que la disputa por la propiedad aún no se resolvió definitivamente. Además, la policía habría detenido a 3 palestinos y habría impedido el ingreso de los administradores y abogados del hotel. El 29 de marzo pasado, una amplia delegación de líderes cristianos y dignatarios eclesiásticos, acompañados por diplomáticos internacionales y representantes del mundo musulmán, visitaron el hotel y expresaron su solidaridad con el personal. Entre los participantes se encontraban el patriarca ortodoxo griego, Teófilo III, el custodio de Tierra Santa, Francesco Patton, y Giacinto Marcuzzo, ex vicario patriarcal para Jerusalén y Palestina.
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