El patriarca greco ortodoxo de Jerusalén, Theophilos III, exhortó a que «levantemos los corazones de la desesperación y volvámoslos al Señor», en una carta abierta recibida por todos los patriarcas y primados de las Iglesias ortodoxas, publicada al comienzo de la Cuaresma ortodoxa. El texto implica un llamamiento para curar las heridas que destrozaron la comunión de las Iglesias ortodoxas en los últimos años, tras malentendidos y conflictos que comenzaron con la no participación de algunas de ellas en el Concilio Panortodoxo de Creta en 2016, y que después detonaron con el conflicto entre el Patriarcado de Moscú y el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla sobre el estatus canónico de las comunidades ortodoxas en Ucrania.
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«Rezo todos los días recordando a cada uno de ustedes, ofreciendo alabanzas, gracias e intercesiones, reconociendo que ‘Su gracia nos basta y se manifiesta plenamente en nuestra debilidad'», precisó Theophilos III. El patriarca ortodoxo en su texto con citas tomadas de las cartas de san Pablo destacó la oración de intercesión recíproca y la penitencia como los únicos remedios útiles para curar las heridas y redescubrir la armonía entre hermanos. «Continuemos a sostenernos los unos a los otros en la oración y buscando formas de asegurarnos de que nuestras iglesias locales puedan llevar esperanza, bendición y alegría las unas a las otras. Como dice San Pablo, ‘Sobrellevad los unos las cargas de los otros y así cumpliréis la ley de Cristo’. También nos unimos en oración a nuestro hermano, su santidad el Patriarca Bartolomé, con nuestros compañeros primados ortodoxos, y seguimos sirviendo juntos al crecimiento de nuestra comunión», insistió.
Theophilos recordó que el año pasado algunos primados de las Iglesias ortodoxas, incluido el patriarca de Moscú Kirill, se reunieron en Ammán para discutir las recientes heridas de la ortodoxia. «Ninguno de nosotros imaginaba que nuestro encuentro estaba al borde de una catástrofe sanitaria mundial, de una escala nunca antes vista en el tiempo de nuestras vidas. La pandemia nos pidió que miremos a nuestras comunidades, a las que Dios nos llamó a servir, que levantemos los corazones de la desesperación y los volvamos al Señor, que nos da esperanza», reflexionó el patriarca greco ortodoxo de Jerusalén. Sabemos que ‘cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Más aún ahora, justificados por su sangre, seremos salvados de la ira por Él'», reflexionó Theophilos III.
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