Obispos de Bélgica piden diálogo al gobierno tras suspensión de Misas públicas hasta el 15 de enero del 2021

Los prelados belgas explicaron que pretenden "reanudar el diálogo con los servicios gubernamentales competentes para consultar sobre la reanudación de las celebraciones religiosas públicas, enmarcada por protocolos que garanticen la máxima seguridad".

Obispos de Bélgica piden diálogo al gobierno
Foto: Misa en ausencia de los fieles en el convento de Saint-Antoine de Bruselas, en marzo de 2020. AFP/Vatican News.

Los obispos de Bélgica piden diálogo al gobierno, a través de un comunicado, después de que éste decretó recientemente la suspensión de las Misas públicas de fieles hasta el 15 de enero de 2021. La Conferencia Episcopal de Bélgica, si bien habló de la necesidad de medidas para contrarrestar la pandemia del coronavirus, sintió esta decisión gubernamental como una limitación a la fe. Más de 6.500.000 de católicos del país deberán celebrar la Navidad en sus casas.

«Como muchos creyentes, sentimos este bloqueo de las celebraciones religiosas públicas en las iglesias como una limitación a la experiencia de nuestra fe», precisaron. «Queremos reanudar el diálogo con los servicios gubernamentales competentes para consultar sobre la reanudación de las celebraciones religiosas públicas, enmarcada por protocolos que garanticen la máxima seguridad», explicaron los prelados. El país, con 11.500.000 de habitantes, tiene la tasa de mortalidad por COVID-19 más alta del mundo. Más de 577.000 personas dieron positivo en las pruebas de coronavirus y 16.645 fallecieron en Bélgica hasta el 1 de diciembre.

La Iglesia en Bélgica suspendió las Misas públicas en marzo, durante el primer confinamiento nacional. Los templos católicos permanecieron abiertos para oraciones individuales, así como bautismos, matrimonios y funerales con un número limitado. En junio, el culto público se reanudó, pero se volvió a suspender el 2 de noviembre. Los prelados belgas exhortaron a los sacerdotes mantener las iglesias abiertas para la oración privada en diciembre y enero, y pidieron «a los responsables de las parroquias que permitan una visita al pesebre de la iglesia durante los días de Navidad, en cumplimiento de las medidas de protección contra COVID-19″. Además, los prelados llamaron a ser «solidarios con aquellos que están pasando por un período especialmente difícil, tras la crisis actual».

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