El obispo de Catamarca, Luis Urbanc, reflexionó que «hay que ver qué tenemos que purificar en nuestras vidas, qué tenemos que hacer para estar más cerca de Dios», al presidir la Misa en la catedral basílica y santuario de Nuestra Señora del Valle, en la solemnidad de la Santísima Trinidad, en la que también dio gracias por su 39 aniversario sacerdotal. Debido a la pandemia de COVID-19, la celebración eucarística fue seguida por los fieles a través de las redes sociales con lenguaje de señas.
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El prelado, que recordó a san Fernando —patrono de la ciudad—, imploró que «batalle con nosotros para poder vencer el virus que tanto nos está afligiendo, que nos está recluyendo, pero que también nos tiene que ayudar a reflexionar». Al referirse a la solemnidad de la Santísima Trinidad, afirmó que este es «un misterio que nos excede, que jamás lo podremos comprender porque, evidentemente, nuestro cerebro no puede albergar semejante infinitud que es Dios, pero sí podemos acercarnos». «Es importante que sepamos que Dios nos da la fe, no tanto para comprender, sino para amar. El amor nos permite relacionarnos, porque hemos sido creados a imagen de un Dios comunión, de un Dios relación. Esto es lo importante. La fe se nos dio para amar», ratificó.
«Hay que ver qué tenemos que purificar en nuestras vidas, qué tenemos que hacer para estar más cerca de Dios, para recibir mejor su bendición y, seguramente, que de lo que estamos probablemente muy necesitados es de amar», aseguró el obispo Urbanc. «Creo que el gran mal de los seres humanos es que no amamos de verdad, así como nos ama Dios, incondicionalmente. Que san Fernando Rey nos ayude en esto también», rogó el prelado.
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