Miles participaron de la procesión por la Inmaculada en las calles de Manaos, Brasil, y después asistieron a una Misa campal cerca de la catedral. El cardenal y arzobispo local, Leonardo Ulrich Steiner, reflexionó que María, que siempre se puso al servicio de Dios y de su Hijo, quiere ser ejemplo para «nuestras comunidades que sirven a Jesús».
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Suscríbase al boletín de VenLEl purpurado destacó la celebración donde el pueblo estaba presente «para poder honrar, bendecir y agradecer a Nuestra Señora, que acompañó a la arquidiócesis durante tanto tiempo», dado que mostró su gratitud «por tener tan grande madre, que nos cuida y siempre está cerca de nosotros y a todos nos lleva a Jesús».
«La bienaventurada Virgen, Madre de Dios, que nunca fue enemiga de Dios, ni en acto, en razón del pecado actual, ni en razón del pecado original, Dios la preservó, Dios la preparó, porque quiere y quiso buscarnos a través de Ella», indicó Steiner, al afirmar que eso nos lleva «a honrar y bendecir a aquella que fue preservada, que Jesús nos regaló».
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