LOS COMITES DE BIOÉTICA ASISTENCIAL: SITIOS DE ENCUENTRO Y DE ACOMPAÑAMIENTO (3).

Continuación de Los comités de bioética asistencial (2).

Por Lenin de Janon Quevedo.

La pedagogía

Lo propuesto sería difícil de realizar si no se lo abordara de una manera adecuada y para esto es crucial la pedagogía. Me gustaría marcar unos cuantos puntos:

  1. Los comités son mecanismos democráticos que dan cabida a diversos puntos de vistas. Estos pretenden armonizar «no solo los intereses de los pacientes, sino también los del personal médico» y resto del equipo de salud. En este sentido es necesario recordar la tradición cristiana de una sana laicidad que incluye pluralidad de posiciones políticas. Ello permite la renovación y actualización de las estructuras justas, las que jamás se completan de modo definitivo.
  2. Educar en comunidad es seguir un modelo mariano de atención, servicio, entrega y gratuidad; abordaje insustituible para desarrollar el arte de escuchar y el arte de acompañar. Las decisiones bioéticas implican cargas pesadas, no para la razón, sino para el alma. Es por esto que los profesionales y los pacientes deben ser escuchados desde la proximidad del corazón para conseguir una comunicación verdadera.
  3. La apertura y pluralidad del comité no es sinónimo de inexistencia de límites. Sin límites no hay refugio posible, el grupo pierde proximidad y se hace imposible la acogida. El personalismo sabe que el ser evangélico es poder corregir y ayudar a crecer a una persona, reconociendo su error objetivo, pero sin emitir juicio sobre su responsabilidad y culpabilidad. La misericordia de los miembros del comité se palpa en su decisión de no transformarse en la «policía de la ética».
  4. Los laicos estamos convocados al diálogo transformador, por ende, cada caso que el comité analice, y siempre que la prudencia lo aconseje, puede ser la oportunidad para recordar el camino del Salvador: el gozo, cuando se trate de una embarazada o una vida recién iniciada; el poder transformador y luminoso de la recomposición de vínculos y afectos en cualquier momento de vida; el dolor en la angustia por la enfermedad; y la gloria en el sentido de trascendencia tan necesario para el moribundo.
  5. Finalmente, la moralidad vivida del hombre común es una experiencia arraigada a un entorno cultural propio, con valores también propios. En nuestra realidad latinoamericana, el alma de sus pueblos está encarnada en la religiosidad popular. Por consiguiente, la participación del representante de la comunidad es indispensable para nutrir las decisiones con sapientia populi pues ahí también está la semilla del Verbo.

Conclusiones

Los comités de bioética asistencial son un grupo diverso de profesionales de la salud que, ayudados por profesionales de carreras humanísticas, analizan sus propias conductas en relación al bien. La necesidad de los miembros del comité por conocer lo que está bien convierte al grupo en un espacio propicio para conocer al Bien con rostro humano, lo cual acontece como encuentro entre hermanos. El encuentro es una oportunidad para el diálogo trasformador en torno a tres ejes: la difusión de la Palabra entre los nuevos gentiles, la confianza en la persona como creatura, y la caridad como modo de deliberación. A tal fin se propone una pedagogía que consiste en: pluralidad política, vocación mariana de servicio, acogida, diálogo transformador y valoración de la sabiduría popular.

Los comités de bioética asistencial: sitios de encuentro y de acompañamiento en PDF 3.

LOS COMITES DE BIOÉTICA ASISTENCIAL: SITIOS DE ENCUENTRO Y DE ACOMPAÑAMIENTO (3).

El documento fue publicado originalmente en Biblioteca digital de la UCA – ‘Ética y Vida’ en diciembre de 2017

@ldejanon_qv

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