Inauguran monumento dedicado a 2 beatos polacos asesinados por Sendero Luminoso

La Embajada de Polonia en Lima y la Orden de los Franciscanos Menores Conventuales inauguran un monumento dedicado a los 2 beatos sacerdotes polacos Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, en el 30 aniversario del asesinato de los presbíteros en manos del grupo terrorista marxista Sendero Luminoso. El homenaje se realizó en el Parque Polonia, ubicado en el distrito peruano de Jesús María.

Inauguran monumento dedicado a 2
Foto: OFMConv.

La Embajada de Polonia en Lima y la Orden de los Franciscanos Menores Conventuales inauguran recientemente un monumento dedicado a los 2 beatos sacerdotes polacos Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, en el 30 aniversario del asesinato de los presbíteros en manos del grupo terrorista marxista Sendero Luminoso el 9 de agosto de 1991. Tomaszek y Strzalkowski, junto al sacerdote italiano Alessandro Dordi, fueron asesinados por odio a la fe en agosto de 1991. Sendero Luminoso ingresó a la casa parroquial, sacó a los 2 sacerdotes y los llevó al cementerio, donde asesinó al padre Miguel con un disparo en la nuca, mientras que padre Zbigniew lo masacraron con un disparo en la espalda y otro en la cabeza.

📣  Síganos en Telegram

🖐🏽 Colabore con Verdad en Libertad

📫 Suscríbase al boletín de VenL

El homenaje se realizó en el Parque Polonia, ubicado en el distrito peruano de Jesús María, y contó con la participación de la embajadora de Polonia, Antonina Magdalena Śniadecka–Kotarska; el nuncio en Perú, Nicola Girasoli; fray Marian Golab, provincial de la Provincia de ‘San Antonio de Padua y Beato Jacobo de Strepa’ —Cracovia-Polonia— de los Hermanos Menores Conventuales; y el obispo de Chimbote, Ángel Simón Piorno, entre otros. Girasoli recordó cuando el Papa Francisco firmó el decreto de beatificación de ambos mártires el 3 de febrero del 2015. «Francisco quiso unir a estos mártires que han dado la vida por una adoración profunda que tenían de amor al pueblo y naturalmente inmolándose por el bien de todos», consideró el nuncio, al indicar que la sangre derramada «es una sangre que nos purifica, es una sangre que nos fortalece, que nos da esperanza y nos hace mirar hacia adelante».  La embajadora precisó que «los regímenes totalitarios de todo el mundo siempre han luchado contra el conocimiento y la memoria histórica». «La ceremonia de hoy es una prueba de nuestra memoria. Es un homenaje a la empatía, a la paciencia, a la bondad, a la fe en las virtudes que representaban, pero también un llamado a recordar a las víctimas entre quienes han perdido la conciencia de su historia. Y una nación sin historia deja de existir», ratificó.

Śniadecka–Kotarska destacó que las acciones de ambos sacerdotes «se convirtieron en una amenaza para Sendero Luminoso, porque los misioneros despertaron el corazón y apoyaron a quienes estaban perdidos en sus penurias diarias, en los desastres naturales, en las epidemias de cólera, en las sequías —que afectaron la Sierra en 1990 y 1991— al mismo tiempo mostraron la posibilidad de una vida alternativa basada en la bondad, la ayuda, la solidaridad y la cooperación: valores perdidos en la lucha por la supervivencia». Golab indicó que «es un momento conmovedor y muy solemne, que llega casi en la víspera de su 30 aniversario de martirio». Recordó que los beatos polacos fueron Perú de forma voluntaria «y aunque fueron advertidos sobre el peligro que corrían, no huyeron, no abandonaron al pueblo al que servían desinteresada y decididamente, y por el que totalmente se sacrificaron». «Por ello, los franciscanos no pudieron tomar una decisión diferente y sus cuerpos tuvieron que permanecer en esta tierra. ‘Ellos están aquí’ – como cantamos en Pariacoto, en Chimbote o en Lima», sostuvo, en el evento del 5 de agosto pasado en el que inauguran el monumento dedicado a los 2 beatos polacos. El secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia, Szymon Szynkowski vel, envió una carta en la que recordó a los beatos, también conocidos como los Mártires de Pariacoto.

«Ellos brindaron educación, ayuda social, evangelización, catequesis e incluso iniciativas culturales y recreativas. Con el apoyo de organizaciones polacas y organizaciones internacionales, los misioneros contribuyeron al suministro de agua e instalaciones sanitarias básicas en las aldeas cercanas y a la creación de un programa preventivo de atención médica. En el Perú, los beatos conocieron gente de corazón sencillo, gente humilde en el camino terrenal, hermanos peruanos, los más pobres. Fieles a su vocación misionera y anunciando la palabra de la fe, vivieron para ellos. Ya sea organizando y dirigiendo escuela de catequesis o visitando a las comunidades y preparando a los fieles a los sacramentos, dieron testimonio no solo de enseñanza cristiana. Con la realización de los ideales de la vida franciscana dieron un testimonio hermoso, pagado en sangre, de vivir de acuerdo con las enseñanzas y el mensaje de su compatriota y orgullo de Polonia: el Santo Padre Juan Pablo ll», aseguró Szynkowski vel, tras indicar que «esta es la verdadera dimensión del fenómeno que fue y es la generación de Juan Pablo II».

Documental sobre los Mártires de Pariacoto. 

Puede interesarle: «Día del martirio del clero polaco» para conmemorar a víctimas de nazismo y comunismo

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí