El cardenal y patriarca caldeo, Louis Raphael Sako, presidió recientemente la Misa de inauguración de la restaurada iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en la metrópoli del norte de Irak. El templo constituye un símbolo de la devastación del Estado Islámico, que lo ocupó y lo profanó durante la conquista en el verano de 2014 y fue liberado 3 años después por el ejército irakí.
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El purpurado precisó que la reapertura del templo es un resultado «excepcional» que puede «alentar» a los cristianos «a regresar a su querida ciudad, con la certeza de que esto ayudará a crear esperanza, promover una convivencia armoniosa y preservar el hermoso y diverso tejido de Mosul». «Estuve a cargo de esta iglesia y respaldé la escuela durante 15 años y cristianos y musulmanes nos sentíamos como una sola familia, en completa armonía», destacó.
La comunidad cristiana acompañó con cantos, himnos y consignas la Misa de inauguración del templo caldeo con 80 años de historia a sus espaldas que había sido convertido en un cuartel de la policía religiosa con los islamistas. A la celebración asistieron líderes religiosos y políticos cristianos, musulmanes, yazidíes y sabeos de Mosul y de la Llanura de Nínive, así como personalidades internacionales, entre ellas las que financiaron la reconstrucción, y fieles.
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