Hinduistas atacan una celebración dominical de la comunidad del pastor evangélico Firoz Bagh con consignas contra los cristianos, el 4 de julio pasado, en la ciudad de Raipur, en el estado indio de Chhattisgarh. Bagh, de la misión evangélica de Santo Tomás, dirigía una oración en su casa y predicaba —a la que asistían cerca de 30 personas que respetaban los protocolos por la pandemia de COVID-19— cuando unos 35 extremistas hindúes rodearon la propiedad mientras gritaban consignas contra los fieles.
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Suscríbase al boletín de VenL Uno de los agresores llamó a la policía, quien detuvo al pastor y lo mantuvo bajo custodia durante unas horas. La multitud de hinduistas se incrementó y rodeó la comisaría, acusaban al pastor de falsas conversiones. Después que los hinduistas atacan la celebración dominical, al pastor no le permitirán dirigir encuentros de oración en esa zona. «Mi iglesia es una organización registrada, he predicado durante 20 años en un local alquilado y hace 2 años compré esta casa. Muchas personas vienen aquí y nuestra puerta está abierta para todos. La palabra de Dios trae paz, esperanza y dignidad. Ahora me dicen que no puedo predicar aunque la India es un estado laico», aseveró Bagh, tras denunciar que sus fieles «están muy asustados, se sienten perseguidos por los extremistas».
El presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), Sajan George, condenó las acusaciones de falsas conversiones. «La libertad religiosa es un derecho garantizado por la Constitución. El pastor Bagh solo estaba compartiendo la Buena Noticia, sin forzar a nadie: ¿qué hay de malo en eso? ¿Por qué la pequeña comunidad cristiana es la única amenazada por los extremistas y acosada por la policía? Pedimos protección para el pastor Bagh y sus fieles, que deben sufrir el miedo a un nuevo ataque», alertó George.
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