Francisco llegó el viernes 1 de septiembre al Aeropuerto Chinggis Khaan en Ulán Bator para comenzar su visita histórica a Mongolia, dado que es el primer Pontífice que llega a ese país de Asia Oriental. La visita del Papa, a un país se encuentra en una ubicación simbólica geopolíticamente —entre Rusia y China—, se extenderá hasta el lunes 4 de septiembre. Tras descender del avión, fue recibido por la ministra de Relaciones Exteriores de Mongolia, Battsetseg Batmunkh, y una comitiva especial.
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El Pontífice no tiene actividades previstas para el viernes 1 de septiembre, puesto que va a descansar para recuperarse de las 9 horas y media de vuelo y del horario, después de recorrer unos 8.278 kilómetros. El sábado 2 de septiembre, el Papa sostendrá encuentros con las autoridades civiles, así como con los obispos, sacerdotes, misioneros, consagrados y agentes pastorales en la catedral de San Pedro y San Pablo.
Uno de los actos centrales será la Misa que Francisco va a celebrar el domingo 3 de septiembre por la tarde en el Steppe Arena. El Papa presidirá ese mismo día un acto ecuménico e interreligioso en el Hun Theatre, en el que participarán representantes del budismo, el islam, el judaísmo, el hinduismo, entre otras confesiones. En su último día en Mongolia, el lunes 4 de septiembre, estará en la inauguración de la Casa de la Misericordia.
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