Consejo de Estado de Francia: Limitación del culto de Macron es «desproporcionada, infracción grave e ilegal»

El Alto Tribunal Administrativo francés ordenó al gobierno de Emmanuel Macron corregir "en los 3 próximos días" su disposición de no permitir Misas de más de 30 personas en el país europeo. "Hay un carácter desproporcionado en cuanto al objetivo de preservación de la salud pública y constituye así, habida cuenta del carácter esencial del componente en cuestión de la libertad de religión, una injerencia grave y manifiestamente ilícita en esta última", ratificó.

Consejo de Estado de Francia Limitación Macron
Foto: Fieles en Misa en la iglesia de Saint-Sulpice en París el 29 de noviembre de 2020. AFP/Alain Jocard.

El Consejo de Estado de Francia aseguró que la limitación del culto realizada por el gobierno de Emmanuel Macron es «desproporcionada, infracción grave e ilegal», dado que la situación de salud en el país ya no justificaba la prohibición de las celebraciones religiosas con presencia de fieles y que la limitación a 30 personas no estaba justificada al no ser proporcional al tamaño de los lugares de culto, en un fallo del domingo 29 de noviembre.

El Alto Tribunal Administrativo francés ordenó a Macron corregir «en los 3 próximos días» su disposición de no permitir Misas de más de 30 personas en el país europeo, tras argumentar que la restricción es «desproporcionada» y que la libertad de culto no es “de la misma naturaleza que los otros” derechos. Consideró ilógico encerrar los lugares de culto en un límite inmutable, cuando otros establecimientos como los comercios son sometidos a un límite según su área de superficie. «Hay un carácter desproporcionado en cuanto al objetivo de preservación de la salud pública y constituye así, habida cuenta del carácter esencial del componente en cuestión de la libertad de religión, una injerencia grave y manifiestamente ilícita en esta última», ratificó.

Afirmó que si bien hay otros establecimientos que reciben personas y que permanecen cerrados por precaución, como los cines y los teatros, «las actividades que allí se ejercen no son de la misma naturaleza y las libertades fundamentales que están en juego no son las mismas» que en una celebración religiosa. El arzobispo de París, Michel Aupetit, que había apelado al Consejo de Estado junto con la Conferencia Episcopal Francesa (CEF), aseguró estar encantado de que se haya reconocido en los tribunales el carácter manifiestamente ilegal de la decisión adoptada por el gobierno de Macron, medida que incluso no fue consultada a los líderes religiosos del país.

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