El cardenal estadounidense y prefecto emérito de la Signatura Apostólica, Raymond Burke, aseguró que «el mejor término para describir el estado actual de la Iglesia es confusión; confusión que a menudo roza el error» y sostuvo que dicha «confusión no se limita a una u otra doctrina o disciplina o aspecto de la vida de la Iglesia: afecta a la identidad misma de la Iglesia», en un artículo publicado en ‘Brújula Cotidiana’ el martes 16 de febrero. Consideró que «la confusión tiene su origen en una falta de respeto a la verdad, o en la negación de la verdad, o en la pretensión de no conocer la verdad, o en la falta de declaración de la verdad conocida».
Argumentó que «la confusión es obra del Maligno, como enseñó Nuestro Señor mismo». Reiteró que «la cultura de la mentira y la confusión que genera no tiene nada que ver con Cristo y su Esposa, la Iglesia». «¿Por qué es importante que reflexionemos sobre el estado actual de la Iglesia, marcado por tanta confusión? Cada uno de nosotros, como miembro vivo del Cuerpo Místico de Cristo, está llamado a librar el buen combate contra el mal y el Maligno, y a mantener la carrera del bien, la carrera de Dios, con Cristo», ratificó. «Cada uno de nosotros, según su vocación en la vida y sus dones particulares, tiene la obligación de disipar la confusión y manifestar la luz que sólo proviene de Cristo, que está vivo para nosotros en la Tradición viva de la Iglesia. No debería sorprender que en el estado actual de la Iglesia, los que se aferran a la verdad, que son fieles a la Tradición, sean tachados de rígidos y de tradicionalistas porque se oponen a la agenda de confusión imperante», recordó Burke.
Afirmó que «además del deber de combatir la falsedad y la confusión en nuestra vida cotidiana, como miembros vivos del Cuerpo de Cristo, tenemos el deber de dar a conocer nuestras preocupaciones por la Iglesia a nuestros pastores: el Romano Pontífice, los obispos y los sacerdotes que son los principales colaboradores de los obispos en el cuidado del rebaño de Dios». «El de por sí enorme desafío que presenta una secularización cada vez más creciente y agresiva se hace aún más enorme por varias décadas de falta de catequesis sólida en la Iglesia. Sobre todo, en nuestro tiempo, los fieles laicos esperan que sus pastores expongan claramente los principios cristianos y su fundamento en la tradición de la fe, tal como se transmite en la Iglesia en una línea ininterrumpida», explicó, al alertar que «una manifestación alarmante de la actual cultura de la mentira y la confusión en la Iglesia es la confusión sobre la propia naturaleza de la Iglesia y su relación con el mundo».
«Hoy escuchamos cada vez más a menudo que todos los hombres son hijos de Dios y que los católicos tienen que relacionarse con las personas de otras religiones y de ninguna religión como si fueran hijos de Dios. Ésta es una mentira fundamental y fuente de una de las confusiones más graves. Sólo a través del sacramento del Bautismo nos convertimos en hijos de Dios, en hijos adoptivos de Dios en su Hijo unigénito. En nuestras relaciones con las personas de otras religiones o sin religión ninguna debemos mostrarles el respeto que merecen quienes han sido creados a imagen y semejanza de Dios, pero, al mismo tiempo, debemos dar testimonio de la verdad del pecado original y de la justificación por el Bautismo. De lo contrario, la misión de Cristo, su encarnación redentora y la continuación de su misión en la Iglesia carecen de sentido», indicó. El cardenal Burke reiteró que «no es cierto que Dios quiera una pluralidad de religiones». «Envió a su único Hijo al mundo para salvar al mundo. Jesucristo, Dios Hijo Encarnado, es el único Salvador del mundo. En nuestras relaciones con los demás, debemos dar siempre testimonio de la verdad sobre Cristo y la Iglesia», enfatizó.
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Deber concretar y manifestar con nombre y apellido, caules son los canones a seguir. Por ejemplo *La comnion en la mano*; que es incorrecto
Cristo nos Proteja.-
José Luiis Neme