Beatifican a Fray Mamerto Esquiú en Catamarca

El cardenal y legado papal para la ocasión, Luis Héctor Villalba, presidió la ceremonia de beatificación de Fray Mamerto Esquiú, en San José de Piedra Blanca, el sábado 4 de septiembre. La fiesta litúrgica del nuevo beato quedó establecida que sea el 11 de mayo. Villalba destacó que «la beatificación de Esquiú es una invitación a todos para que caminemos en la huella abierta por Jesucristo, una invitación para caminar hacia la santidad».

El cardenal argentino y legado papal para la ocasión, Luis Héctor Villalba, presidió la ceremonia en la que beatifican a Fray Mamerto Esquiú, en San José de Piedra Blanca, Catamarca, el sábado 4 de septiembre, quien estuvo acompañado por unos 30 obispos de todo el país. Después de la lectura de la biografía del fraile, obispo y ‘Orador de la Constitución’, comenzó el rito donde Villalba leyó en latín la carta apostólica en la que el Papa Francisco concede que sea beato y establece la fecha de la fiesta litúrgica, que quedó establecida que sea el 11 de mayo. La celebración iba a realizarse el 13 de marzo pasado, pero fue pospuesta debido a las restricciones por la pandemia. Finalmente, las autoridades eclesiásticas decidieron realizar la ceremonia con estrictos protocolos sanitarios, por lo que unos 2.000 fieles siguieron la transmisión a través de pantallas en un espacio acondicionado a 2 kilómetros de la iglesia, tal como explicó ‘Infobae’.

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«¡Alegrémonos en el Señor! Hoy es un día de fiesta, hoy es un día de gozo. Grande es la alegría en el Cielo y en la Tierra por la beatificación de Mamerto Esquiú. Alegría para la orden de los franciscanos, a la que pertenecía Esquiú, alegría para la Iglesia de Catamarca, en donde nació, vivió y murió, alegría para la Iglesia en Córdoba, de la que fue obispo durante 2 años, alegría para la Iglesia en Argentina, alegría para la Iglesia católica entera que celebra en Esquiú una nueva esperanza. El gozo proviene del hecho de que un miembro de la Iglesia, un hombre de nuestra patria, un hermano nuestro, es reconocido beato, honrado e invocado como tal», reflexionó el purpurado, en la homilía, en la que saludó a todos con afecto, en particular a Luis Urbanc, obispo de Catamarca, Carlos Ñáñez, arzobispo de Córdoba, donde fuera también obispo Fray Mamerto Esquiú, a los obispos, así como al Padre Provincial de la Orden Franciscana de Hermanos Menores. Destacó que «Mamerto Esquiú como religioso, como sacerdote, como obispo es un modelo a imitar y como san Pablo puede decirnos a todos: Sigan mi ejemplo, así como yo sigo el ejemplo de Cristo». «Y, a la vez, Mamerto Esquiú es un intercesor en favor nuestro. La Iglesia nos dice, al beatificarlo, que lo podemos invocar y a él podemos orar, pues ya participa de la felicidad eterna», sostuvo, tras sostener que «Esquiú fue un pastor que se entregó a los pobres al estilo de san Francisco», al indicar que era «infatigable en la asistencia a los enfermos y en la administración de los sacramentos».


Misa de beatificación. 

Aseguró que «el beato Mamerto Esquiú es reconocido como uno de las grandes figuras de nuestro país por su patriotismo ejemplar», dado que «iluminó el orden temporal con la luz del Evangelio, defendiendo y promoviendo la dignidad humana, la paz y la justicia». Precisó que «la beatificación de Mamerto Esquiú es una invitación a todos nosotros para que caminemos en la huella abierta por Jesucristo, una invitación para caminar hacia la santidad». Por su parte, Luis Urbanc, obispo de Catamarca, dirigió su saludo de gratitud a todos en la ceremonia en la que beatifican a Fray Mamerto Esquiú, y en modo particular a la familia Pacheco Paz que recibió el favor de Dios con la inexplicable curación de su pequeña Ema —tenía osteomilietis femoral grave— por intercesión del nuevo beato. «Es sabido que lo central es el don que estamos recibiendo en estos momentos históricos de nuestra patria e Iglesia que peregrina en Argentina, y nada ni nadie puede venir a opacar este regalo celestial: ¡Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú es Beato! Ruego e invito a todos a rogar a Dios por intercesión de nuestro comprovinciano, que nuestra patria supere con caridad cristiana todos los obstáculos que la siguen sumiendo en esclavitudes, arbitrariedades, enfrentamientos, injusticias y mezquindades que no permiten avistar un futuro de paz, progreso, inclusión, trabajo, respeto, unidad y amistad, como soñaba el beato Mamerto Esquiú», imploró. Urbanc exhortó a los fieles a seguir suplicando gracias a Dios por intercesión del beato Mamerto para que pronto pueda ser glorificado en la preciada nómina de los santos.

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