MI MADRE Y MIS HERMANOS SON LOS QUE ESCUCHAN LA PALABRA Y LA CUMPLEN.
Por Mario Ortega.
Lc 8, 19-21. Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra y la cumplen. Martes sem 25 TO
En aquel tiempo, vinieron a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.
Entonces le avisaron:
«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».
Él respondió diciéndoles:
«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».
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Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra y la cumplen
- De un modo misterioso, pero muy claro, afirma Jesús que su madre y sus hermanos, es decir, los más unidos a Él, son los que escuchan y cumplen la Palabra de Dios. Cuando hablamos de cumplir la Voluntad de Dios, normalmente pensamos en los mandamientos. Y así es, los mandamientos nos mantienen en la senda del bien. Bien encaminados hacia esa plenitud humana y gloriosa a la que Dios nos convoca.
- Pero no podemos reducir el cumplimiento sólo a los mandamientos, a lo mandado. Sino a toda Palabra que sale de la boca de Dios. Dichoso el que escucha la Palabra de Dios y la cumple. Esta palabra nos aparecerá muchas veces no como mandamiento explícito, sino como sugerencia amorosa. Nos indicará la senda no con una orden, sino a través de gestos, indicaciones. Cuando uno escucha cualquier Palabra de Dios, sólo porque viene de Dios y ama a Dios, la recibirá con gusto y con deseo de cumplir esa Palabra.
- Así, la escucha de la Palabra de Dios nos llevará a amar más a Dios y el amar a Dios nos llevará a escuchar más atentamente su Palabra y desear cumplirla. Esa será nuestra felicidad: cumplir la Palabra de Dios y llegar a ser de los íntimos de Jesús. Como su Madre y sus parientes.