El Consejo de Obispos Católicos de la región de Kerala, India, exigieron la intervención de las Naciones Unidas que intervengan para proteger a los cristianos en India y Pakistán que padecen persecución a causa de su fe en Jesús. En Punjab, Pakistán, en las últimas semanas hubo más de 80 ataques contra iglesias y hogares cristianos, los cuales se produjeron tras acusaciones infundadas de profanación del Corán contra cristianos. Precisaron que la violencia contra los cristianos también aumenta en la región india de Manipur.
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Alrededor de 200 fueron asesinadas a causa de la violencia, y otras 50.000 tuvieron que abandonar sus hogares en los últimos 3 meses. Las principales víctimas fueron cristianos de la etnia Kuki-Zo. Los hinduistas de la comunidad Meitei quemaron iglesias, instituciones cristianas, escuelas y hogares. El Consejo de Obispos indios aseveró que los cristianos son objeto de persecución y ataques en ambos países. En el primer semestre de 2023, India registró 400 incidentes contra cristianos, en su mayoría relacionados con la «ley contra las conversiones» vigente en algunos estados de India.
Aseguraron que la simple acusación de que alguien está involucrado en conversiones es suficiente para convertirlo en un delito ante la ley. Indicaron que la falta de iniciativa e imparcialidad de las autoridades indias contribuye al aumento de acusaciones falsas. Una situación parecida ocurre en Pakistán con la ley sobre la blasfemia, que a menudo se utiliza para venganzas personales. Desde 1987, un total de 2.000 personas fueron acusadas y 88 perdieron la vida por esas acusaciones.
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