El cardenal de Birmania y presidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC), Charles Maung Bo, invitó a «vivir una crisis con esperanza», tal como lo indica el título de una carta dirigida a los fieles del continente asiático. Sostuvo que la pandemia por el COVID-19 es «una tempestad perfecta» que permite repensar modos y estilos de vida.
El prelado considero que es tiempo de «abrir la imaginación y la inteligencia», para «aprender un nuevo modo» de vivir y prepararse para un mundo que cambió. Recordó que en los últimos años, el continente atravesó varias calamidades, que incluyeron guerras, conflictos y crisis sin fin, tsunamis, el ciclón Nargis y los frecuentes tifones, con efectos devastadores. Aseguró que la emergencia «no acabará», pero precisó que si hasta ahora ninguna de estas los cambió, en este momento la situación es distinta.
Explicó que en el continente muchas personas están heridas tanto física como emocionalmente, y también en el plano financiero y espiritual. El cardenal Bo reiteró que para hacer frente a la emergencia, la Iglesia en el país frente a la crisis se movilizó «con generosidad» para responder a las necesidades que les toca vivir a los sectores más vulnerables.