Presidente de la Pontificia Academia para la Vida alerta del avance de una «concepción vitalista»

El presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Vincenzo Paglia, denunció que una «concepción vitalista de la vida, una concepción juvenilista y salubrista se va insertando en la sensibilidad de la mayoría, según la cual se expulsa todo lo que no corresponde a un determinado bienestar y a una determinada concepción de la salud».

Presidente de la Pontificia Academia para la Vida
Foto: YouTube diMartedì.

El presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Vincenzo Paglia, alerta del avance de una «concepción vitalista de la vida», al referirse al debate en Italia y en otros lugares sobre el final de la vida humana y la eutanasia. El 15 de agosto pasado se cumplieron 5 años del Quirógrafo del Papa Francisco a Paglia por su nombramiento como Gran Canciller del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia y como presidente de la Pontificia Academia para la Vida.

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«Estoy profundamente preocupado porque una concepción vitalista de la vida, una concepción juvenilista y salubrista se va insertando en la sensibilidad de la mayoría, según la cual se expulsa todo lo que no corresponde a un determinado bienestar y a una determinada concepción de la salud», denunció Paglia, al aseverar que «existe la tentación de una nueva forma de eugenesia: quien no nazca sano no debe nacer». «Y junto a esto hay una nueva concepción de la salud por la que los que nacen y no están sanos deben morir. Es la eutanasia. Es una insinuación peligrosa que envenena la cultura», aseveró. El arzobispo explicó que «es indispensable que la Iglesia recuerde a todos que la fragilidad, la debilidad, es parte constitutiva de la naturaleza humana y de toda la creación. Y esto exige una nueva relación de fraternidad entre todos».

Indicó que «la debilidad exige la urgencia de la fraternidad porque es en la fraternidad donde nos cuidamos unos a otros», al sostener que «no es casualidad que la Pontificia Academia para la Vida haya querido llamar a todos a reflexionar sobre aquellas personas que fueron descartadas y olvidadas». «Personas que pagaron amargamente la pandemia. Me refiero a los ancianos, los discapacitados y los niños. Es urgente volver a partir de los débiles, de los más frágiles, podríamos decir de las periferias de la vida, para construir un mundo verdaderamente humano para todos. No hay que dejar a nadie atrás», pidió.

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